El caudal del río Blanco aún no supera al de una acequia. Es que la temperatura en la montaña no es lo suficientemente alta para derretir el hielo. Las plantas más importantes del Gran Mendoza producen mucho menos de lo normal y la demanda las sobrepasa. "Hay que cuidar cada litro de agua", dijo Javier Montoro.
A diferencia de provincias como Córdoba y San Luis, donde la emergencia hídrica ya es una triste realidad y su suerte está vinculada exclusivamente a las precipitaciones, Mendoza cuenta con un recurso adicional que normalmente complementa a la lluvia -o sirve como alivio ante la falta de precipitaciones-: el deshielo.
Sin embargo, el retraso en este fenómeno ocurrido este año (aún no se registran grandes desprendimientos) ha llevado a que la situación en Mendoza se torne dramática e, incluso, el ente regulador de agua, EPAS, destacó que durante el día de ayer la situación del servicio de agua potable en el Gran Mendoza fue "crítica".
Asimismo, el presidente del EPAS, Javier Montoro explicó que -según sus estimaciones- pueden llegar a transcurrir 10 días más hasta que se produzca el fuerte de los deshielos, período en el que la situación puede tornarse más alarmante si no existe una racionalización de la gente.
Por su parte, Obras Sanitarias Mendoza continúa con los controles intensivos con inspectores, apuntando -además de la sanción económica- a la concientización del usuario.
Baja producción
Una constante de estas últimas semanas, en las que se ha agravado la situación, han sido las bajas de presión e, incluso, cortes de agua en algunas zonas de Guaymallén, Godoy Cruz y Las Heras. Según explicó el propio Montoro, estas falencias están dadas por la baja producción de agua en la planta Potrerillos (una de las más importantes y que abastece a su vez a otras plantas).
"Potrerillos está produciendo hoy 720 litros de agua por segundo, cuando normalmente produce 1.300 (máximo). Entonces, lo que hoy está sucediendo es que se está demandando más de lo que se produce, y es por eso que apenas empieza el día las reservas ya están bajas por el alto consumo", resaltó Montoro.
El problema en el retraso de los deshielos, según explicó, responde a que la planta de alta montaña toma el agua del río Blanco, que es uno de los más caudalosos en la época del auge del deshielo. Sin embargo, actualmente, el caudal de ese cauce no supera al de una acequia, algo sumamente extraño para la época del año ya que, normalmente, antes de los primeros días de noviembre se tienen registros de un anticipo de deshielo.
"Ahora se ha retrasado porque, si bien ya está haciendo calor en el llano, arriba no hay temperaturas lo suficientemente altas para originar fuertes deshielos. Y si bien es una cuestión que depende exclusivamente de la naturaleza, yo estimo que dentro de 10 días ya tendrían que empezar los deshielos y, por ende, subiría el caudal", destacó el funcionario, quien además de atribuir el fuerte de las responsabilidades de la situación actual a los desprendimientos tardíos, también reconoció que la falta de obras importantes durante los últimos 10 años de concesión de OSM también aportó lo suyo.
"La gente de Irrigación ha hecho algunas obras en estos días, pero por lo visto no es suficiente", acotó y resaltó que la situación crítica puede prolongarse durante los próximos días. "Hay que cuidar cada litro de agua", sentenció.
Sin embargo, una vez que se normalice la situación y el caudal de los ríos aumente, la situación no será para preocuparse. Es que, de acuerdo a las estimaciones realizadas por el Departamento General de Irrigación, considerando las nevadas que cayeron en alta montaña durante la temporada de invierno, el nivel de desprendimiento por nevada en los ríos Mendoza y Blanco va a ser "medio".
Las zonas más afectadas
Más allá de la reciente modificación en el horario de restricción para el uso abusivo de agua -que desde mediados de mes es de 8 a 20-, el bajo nivel de producción en las plantas motiva que, en los horarios picos de consumo, se demande más agua potable que la que se produce.
Esta es la causa de los problemas de baja presión que se registran en los barrios influenciados directamente por las plantas potabilizadoras más importantes del Gran Mendoza (Alto Godoy y Benegas).
Según resaltaron desde el EPAS, las zonas más vulnerables a sufrir bajas de presiones son, y donde más inconvenientes han surgido en los últimos días, son Benegas y Las Tortugas (en Godoy Cruz), Dorrego y Villanueva (en Guaymallén) y la franja comprendida entre calles Perú y Boulogne Sur Mer, de Las Heras.
Folletos y advertencias
Por su parte, los inspectores de OSM que ya están en la calle verificando y controlando que la gente no derroche agua, llevan consigo folletos explicativos para entregar a los infractores, donde se detallan usos y horarios restringidos.
Los usos prohibidos entre las 8 y las 20 son: el riego de jardines, lavado de veredas -con manguera- y de autos -con manguera o hidrolavadora-, el llenado de piletas mientras que aquellas propiedades que cuenten con el sistema de riego por aspersión también deberán adecuarse a los horarios de la normativa.
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