Funcionarios de los ministerios de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de Santa Fe analizaron ayer con representantes de las provincias de Santiago del Estero y Salta y directivos de organismos nacionales, el problema suscitado por la regulación del régimen del río Salado.
Se trató de una sesión preparatoria del encuentro solicitado por el gobernador Hermes Binner al ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, para resolver el problema del paso de agua en el río Salado.
De esa reunión, prevista para los primeros días de diciembre, participarán también los gobernadores de Salta y Santiago del Estero.
El reclamo santafesino apunta a lograr el cumplimiento de los pactos interprovinciales que establecen que a la provincia deben llegar tres metros cúbicos de agua por segundo por el río Salado —aguas abajo del dique de Colonia Dora, jurisdicción Santiago del Estero—, para proveer de agua a la ciudad de Tostado.
Binner se comunicó días atrás con Florencio Randazzo para solicitarle un encuentro con sus pares de Salta y Santiago del Estero, provincias que forman parte junto a Santa Fe de la cuenca del Salado.
También le transmitió la inquietud telefónicamente al gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.
El cónclave de ayer se desarrolló en el salón Rojo del Ministerio de Economía de la Nación. La delegación santafesina estuvo integrada por el subsecretario de Planificación y Gestión, Alejandro Secchi y el director provincial de Administración de los Recursos Hídricos, Pablo Storani.
Además de los representantes de Santiago del Estero y Salta, participaron funcionarios de los ministerios del Interior, Planificación Federal y Agricultura de la Nación.
En la oportunidad se analizaron antecedentes, se cotejaron mediciones y se elevaron informes que formarán parte del material de trabajo en el encuentro solicitado por el mandatario santafesino al ministro del Interior.

Consumo humano. En el encuentro, los representantes del Ministerio de Aguas expresaron lo señalado por el titular de esa cartera, Antonio Ciancio, quien manifestó días atrás que "Santa Fe aspira a que la cuenca del Salado sea analizada como una totalidad, contemplando las producciones, pero manteniendo el concepto de que el agua primero debe ser utilizada para consumo humano".
Santiago, Chaco y Santa Fe tienen una larga historia de conflictos por el movimiento de las masas de agua. Las obras emprendidas durante las últimas décadas en las tres provincias no logran configurar una solución definitiva para las poblaciones que padecen en forma cíclica los excesos o la ausencia de agua.