Un extraordinario fenómeno meteorológico que comenzó poco antes de las seis y no cesó hasta después de las 14 afectó a toda el área metropolitana, anegando calles, viviendas y barrios completos. Aunque los mayores registros se dieron en Gancedo (200) y Puerto Tirol (175), el daño fue desproporcionado para la capital provincial. Varias líneas de colectivos debieron interrumpir el servicio debido a que calles y avenidas eran intransitables.
Un rayo afectó a un transformador y varios sectores se quedaron sin energía eléctrica y también cesó el bombeo de excedentes en puntos críticos. El acceso por ruta 11 y la terminal de ómnibus estuvieron paralizados por tres de los seis piquetes en reclamo por obras y asistencia para asentamientos. Aunque se constituyó un comité de emergencia entre provincia y municipios, su tarea se vio desbordada cerca del mediodía cuando las demandas explotaron en simultáneo.
Peor que en años anteriores: nadie se salvó de la inundación
Advertimos cuando cayeron las primeras lluvias: Resistencia volvió a la “normalidad”. De nuevo se produjeron las inundaciones en los clásicos lugares como avenidas Alberdi, 25 de Mayo, Mac Lean, Belgrano, etcétera. También los nuevos barrios que no tienen el drenaje suficiente, lo que significó, además, que lugares donde jamás llegó el agua de lluvia se convirtieran en verdaderos lagos. Asimismo se observó cómo no se hicieron los trabajos necesarios en época de sequía en los distintos barrios y también cómo la Municipalidad de Resistencia dejó que se invadan las lagunas con construcciones, asentamientos, etcétera, provocando hoy un verdadero caos ya que ayer se pedía a gritos asistencia.
Por supuesto, también con todo el caos llegó la justificación de los funcionarios con el clásico “no hay presupuesto” o “todas las cuadrillas están trabajando” y “coordinamos el trabajo con el municipio”, “las bombas funcionan” y “todo está bajo control”.
La población manifestó su bronca e indignación con graves calificaciones la ineptitud de los funcionarios a través de los distintos medios de comunicación.
En realidad, esta lluvia que si bien fue intensa, no releva de responsabilidad a las autoridades porque desde el centro hasta las villas la inundación llegó rápidamente al interior las casas. Repetimos, en lugares donde nunca había llegado el agua. Los barrios del oeste se convirtieron en una gran laguna, como así en otros puntos de la ciudad.
Reiteramos, los funcionarios que anunciaron en Casa de Gobierno la formación de una comisión no llevaron tranquilidad a la población con expresiones poco felices para el momento que se estaba pasando. No se puede decir cuando se transmitía en directo que “algo peor no nos puede pasar” refiriéndose a la creciente del Paraná y la inundación de la ciudad, donde el mensaje fue “Tengan paciencia”, de una comisión que se armó ayer a las corridas para hacer frente a la emergencia.
No sólo la capital sino el Chaco tendría que tener bien aceitada una comisión para cualquier tipo de catástrofe porque ayer la población no tenía a quién recurrir.
Lo que hoy sufre Resistencia es producto de la improvisación porque no se realizaron en su momento los trabajos adecuados, incluso una campaña para que la gente no tire plásticos, botellas, etcétera. La pregunta es por qué no se sacaron esos elementos antes de que se iniciara la época de lluvia y no se responsabilice totalmente a la población como suele hacerse.
Es delicada la situación con los 140 milímetros en la ciudad y la situación se complicó ayer con los cortes de energía que se produjeron pero lo más grave es que en los últimos años se priorizaron aspectos que no fueron de interés en el Gran Resistencia. A pesar de la justificación que dieron los funcionarios no alcanzaron para aplacar la ira que tenían los ciudadanos por tener en sus casas, muchos de ellos en barrios recién inaugurados, más de medio metro de agua.
El dato es que hace diez años se produjo la última presencia de “El Niño” y en ese lapso sólo se discutieron cuestiones superficiales y no de interés ciudadano. El resultado es que estamos cada vez peor porque ahora la capital chaqueña vive continuamente colapsada ya sea por lluvia, sequía o falta de energía.
La Municipalidad, nuevamente superada
En medio de la tormenta, el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Resistencia, ingeniero Oscar Bonfanti, aseguró que “todas las cuadrillas” del municipio se encuentran trabajando en diferentes puestos para posibilitar el desagote de calles en la ciudad, que a esa hora era un mar y en algunos lugares se podría circular hasta con canoas.
Sin embargo, Bonfanti explicó que el anegamiento de la mayoría de las calles céntricas se intensificó con el chaparrón ocurrido cerca de las 9 de la mañana, sumado “al corte de energía, que dejó a algunos lugares sin luz por más de dos horas”, imposibilitando el trabajo de algunas de las estaciones de bombeo para sacar el agua estacionada, como ocurrió en Villa Puppo.
Los vecinos de esa zona y también de avenida Italia y calle 8 vieron con pesar cómo las calles y viviendas se inundaron rápidamente. Sólo se realizaron trabajos en la plazoleta pero no se limpiaron las zanjas que conducen hacia el río Negro. El resultado fue la inundación.
“Hay muchas zonas con agua de vereda a vereda, con obras de cloaca que se han tapado, pero estamos contando con la colaboración de Sameep para destapar eso” admitió Bonfanti , mencionando que las zonas más afectadas por el estancamiento del agua son Villa Puppo, Barrio Italia, Barberán, Raota, San Pablo y Carpincho Macho, entre otros.
En realidad, la empresa que realizó los trabajos de colocación de caños dejó mucho que desear y a pesar de la queja de los vecinos, cuando había una espectacular sequía, para que se realicen las reparaciones porque la vereda se hundía por donde pasaban los caños, nadie hizo caso.
Menos mal que “todas las cuadrilla” estuvieron trabajando porque el caos hubiera sido peor. Tal vez los dineros municipales deberían ser direccionados, como por ejemplo, solucionar con rapidez los problemas que se suceden cuando se producen este tipo de situaciones a través de una estrategia ágil y práctica. La Municipalidad, una vez más se vio superada. Las excusas, nuevamente, no sirvieron para tapar la grave situación que se sintetiza en barrios inundados, agua dentro de las viviendas, sistemas de desagües superados y otras calamidades que, en realidad, se pudieron evitar.
Martínez Leone: “Un rayo que afectó el servicio”
La empresa provincial de energía, Secheep, que venía realizando cortes por la ola de calor, cuando comenzó a llover a partir de las 6 de la mañana recibió un nuevo golpe que afectó al servicio. Un rayo produjo daños en una estación transformadora de la avenida Sarmiento.
El titular de la empresa de energía Secheep, Ricardo Martínez Leone, informó que en la madrugada de este viernes “tuvimos un inconveniente durante la tormenta eléctrica, porque nos cayó un rayo que afectó al servicio”. Martínez Leone explicó que la caída de este rayo interrumpió el servicio, siendo una de las zonas más afectadas el área 3, sobre avenida Sarmiento en cercanías al Instituto de Vivienda, que fue un de los edificios que perdió el servicio por un par de horas.
Finalmente Martínez Leone llamó a los usuarios “a tener paciencia porque son cuestiones no queridas, pero que hay cosas que deben tener su secuencia y seguridad eléctrica”, finalizó.
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