Más de 320 milímetros caídos en la madrugada de ayer dejaron bajo agua a Gancedo. La tormenta eléctrica y con caída de granizo descargó gran cantidad de agua en pocas horas, lo que provocó evacuaciones en algunos barrios y, según la intendencia, el 80 por ciento de la ciudad resultó anegada.
Además, el líquido causó un corte en la ruta nacional 89 ya que atravesó la calzada. Fue el milimetraje más alto de la región, ya que en Charata se registraron tan sólo dos milímetros.
Tras una prolongada y angustiante sequía, el clima desató su peor faceta en Gancedo, una localidad ubicada sobre el límite interprovincial entre Chaco y Santiago del Estero, donde una tormenta eléctrica con caída de granizo dejó 320 milímetros, precipitados en menos de seis horas.
Como consecuencia de la lluvia, varias familias debieron ser evacuadas y llevadas a dependencias como la iglesia y el centro comunitario. “A la gente le da el agua en la cintura, y algunas casas están tapadas hasta el techo”, describió crudamente el intendente Alberto Korovaichuk, en diálogo con Radio Nueva Era de Charata. Precisó que la tormenta se desató apenas pasada la medianoche del jueves y hasta las primeras horas de la mañana del viernes. Hacia el oeste de la localidad se habían registrado 285 milímetros, mientras que en el casco urbano precipitaron 320 milímetros. Asimismo, comentó que a media mañana era imposible comunicarse con autoridades provinciales para coordinar ayuda para la gran cantidad de evacuados.
Precisamente el agua que baja desde los campos del oeste, en la zona conocida como María Elena, canalizó hacia la ciudad y provocó anegamientos, además de cortar la ruta a unos 7 kilómetros de la ciudad. El corte de la cinta asfáltica de la ruta 89, según contó el jefe comunal, se produjo a la altura de la planta desmotadora de la familia Linke. Con ese panorama, fue intenso durante la mañana el trabajo de las maquinarias municipales para canalizar los desagües. Y por otra parte, en el municipio la tarea fue ardua recibiendo a las familias afectadas y trasladando sus pertenencias a los centros de evacuados.
El intendente Korovaichuk mostró preocupación por la situación y por las pérdidas que el fenómeno climático provocó en cientos de familias de la localidad. “El agua supera los 15 centímetros adentro de la estación de servicios Shell. Además me informaron que más de 15 ranchos se derrumbaron, por eso estamos sacando a esa gente para evitar inconvenientes”, graficó.
Mientras el tiempo se presentaba con nubes amenazantes cerca del mediodía de ayer, el jefe comunal alertó que los desagües no tienen más posibilidades de drenaje del agua y, sin salida, nuevas lluvias podrían provocar más daños en la comunidad. Con ese panorama, esperaban la urgente llegada de ayuda del gobierno provincial.
Represas llenas
Las represas que forman parte del reservorio de Gancedo, desde el cual se distribuye agua potable a toda la población, quedaron totalmente colmadas de agua tras la tormenta del viernes. “En menos de 7 horas de lluvia, almacenamos más de 500 mil metros cúbicos de agua”, reveló el intendente.
Contó asimismo que la calle que conduce al cementerio, hacia el sur de la ciudad, de 12 metros de ancho, presentaba en las primeras horas de ayer más de medio metro de agua.
Korovaichuk recordó que desde 1997 en Gancedo no se registraba un fenómeno similar, con tan elevado milimetraje. “Esto superó los niveles del ’97 porque ese año había llovido de noche y el agua llegó al pueblo durante el día. En cambio ahora llovió a la noche y a la madrugada ya no se podía almacenar más agua porque no teníamos espacio”, comparó.
Sáenz Peña al margen de las precipitaciones
Pese a que en localidades poco distantes las lluvias fueron muy abundantes, Sáenz Peña quedó al margen sin registrar ningún milímetro hasta el mediodía de ayer. El contraste observado y la irregularidad de las lluvias son notorios, tal es así que en localidades como Gancedo, las precipitaciones superaron la barrera de los 300 milímetros.
Cabe destacar que con las precipitaciones registradas en los últimos días, los suelos recuperaron cierta humedad, pero el régimen pluvial sigue siendo deficitario en el departamento Comandante Fernández. El panorama sigue siendo preocupante, porque el registro de lluvias todavía es escaso y el sector agroganadero requiere de milimetrajes más abundantes para que las actividades de siembra sigan con un comportamiento normal.
En la ganadería, la situación es aún más emergente, debido a que la falta de precipitaciones ha provocado serias pérdidas que hasta el momento no pueden ser recuperadas.
Juan Kisiel, gerente de la Cooperativa Sáenz Peña Limitada, indicó que en localidades aledañas se registraron importantes lluvias que realzaron las expectativas del sector agrícola, considerando que los productores se encuentran en plena etapa de siembra algodonera.
Sostuvo que hasta el mediodía de ayer, ningún productor reportó datos de precipitaciones en zonas rurales del departamento Comandante Fernández, mientras que en localidades como Coronel Du Graty, Villa Ángela, Gancedo, el régimen de lluvias fue importante.
Sólo nubarrones
Desde la medianoche y hasta las primeras horas de ayer, el cielo presentaba diversos nubarrones, como anticipando fuertes precipitaciones e incluso acompañado por fuertes vientos. Pero con el pasar de las horas, el cielo se fue despejando y los pronósticos de lluvias para el departamento se fueron disipando.
Kisiel consideró elemental que el Domo Central de la provincia siga recibiendo lluvias importantes, porque explicó que “servirán para incentivar a los productores a seguir ampliando la superficie de siembra algodonera y motivando el crecimiento de las primeras plantas”.
Persiste el déficit hídrico
Las últimas lluvias despertaron una ilusión que parecía haber sido encajonada en el baúl de los recuerdos. Para los profesionales y técnicos del sector, los rendimientos de precipitaciones son escasos y las consecuencias de la sequía persisten a pesar de las últimas lluvias.
Este panorama es notorio en los reservorios que posee la empresa Sameep a las afueras de Sáenz Peña, que hasta el momento exhibe una imagen preocupante con escasos litros de agua almacenada.
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