El Ministerio de Medio Ambiente detectó gravísimos desmontes clandestinos en las márgenes del Río San Francisco y Quines, para la extracción de madera y leña. Funcionarios del Programa Recursos Naturales aseguran que no son los únicos lugares donde la tala indiscriminada devasta el monte nativo, aunque consideran que el departamento Ayacucho es la zona más afectada de la provincia en este momento.
Con el ingreso la semana pasada del proyecto de ley de Bosques Nativos a la legislatura provincial, San Luis espera contar con las herramientas necesarias para frenar la comercialización clandestina, comenzar a aplicar sanciones severas y generar conciencia sobre la importancia de la protección y el uso sustentable del suelo puntano.
El asesor del área de Control de Biodiversidad, Eduardo Cabello –quien está al frente de las inspecciones-, comentó que detectaron entre fines de octubre y los primeros días de noviembre desmontes de más de 50 hectáreas en la orilla del Río San Francisco, en el territorio del campo “Las Marías”, sobre la Ruta Nacional 146.
Similar escenario encontraron en la vera del Río Quines, donde calcularon que más de 4 mil metros de monte habían sido cortados para extraer los rollizos de algarrobo y quebracho blanco (son los troncos más gruesos del árbol que posteriormente son vendidos en los aserraderos como vigas para muebles, pisos).
El negocio no termina ahí: “el resto de la leña verde la dejan en los campos para que se seque y puedan venderla al próximo año como leña seca”, explicó Cabello. Deducen que el principal destino son los hornos de ladrillos de Quines y Córdoba, investigados actualmente.
Biodiversidad también detectó un desmonte ilegal campo adentro en la zona de Granville, a pocos kilómetros de Fraga y otro en Leandro N. Alem, donde las topadoras además hacían rolado, prohibido también por una ley nacional.
“Si cortarán una o dos ramas por árbol, no le harían daño, es más ayudarían a que crezca con fuerza. Pero lo cortan de abajo para extraer el rollizo y los campos quedan desbastados. La recuperación de un algarrobo puede demorar mínimo 20 años”, comentó.
Guillermo Aguado, asesor técnico del Ministerio de Medio Ambiente, expresó que los desmontes detectados en el norte se agravan por el hecho de que son realizados en la vera de los ríos, áreas protegidas por la Ley de Bosques, de Suelos y por que son propiedad del Estado. Otro factor de alarma es la erosión del suelo en esos lugares.
“Lo que han hecho en los ríos es un daño irreparable, no lo tendrían que haber tocado nunca. La nueva ley de ordenamiento territorial prohíbe el desmonte en todos los márgenes de los ríos y arroyos, 100 metros de cada lado. Pero sin esa herramienta no podemos hacer nada, las multas actuales son inaplicables”, comentó Aguado.
Desde hace unos años el control de la tala clandestina estaba paralizada. La nueva gestión de Dahiana Hissa le dio un fuerte impulso para frenarla. “Sabemos que el daño realizado es irreparable, por eso la necesidad de salir con todo el rigor. En este momento estamos aplicando toda la normativa vigente, pero lamentablemente la legislación actual tiene tan bajos costos que a los productores no les importa pagar la multa”, agregó Guillermo Aguado.
Colaboración de todos
Frenar el desmonte ilegal e indiscriminado va a ser uno de los beneficios de la ley de Bosques Nativos que propone el Ejecutivo provincial. El jefe de programa Recursos Naturales, Juan Pablo Laugero consideró que la actual ley provincial está totalmente desactualizada y la normativa nacional establece un régimen de multas inaplicables. La sanción prevé un monto 600 mil pesos por hectárea.
“Unos de los beneficios que va a traer la sanción de la ley provincial es justamente la posibilidad de aplicar sanciones. Tenemos un montón de expedientes parados que vamos a poder empezar a procesar con la nueva legislación. Aunque el daño causado no se puede borrar”, comentó el funcionario.
Laugero sostuvo que el trabajo del cuerpo de inspectores debe ser acompañado por los aportes que pueda hacer la comunidad. “Cuando llegamos a tiempo logramos frenar el desmonte, por eso es fundamental que la gente nos ayude para enterarnos en el momento, cuando llegan las maquinas y las topadoras”.
Los números a los que puede llamar la gente para alertar sobre desmontes son el 451366 y 451361 de Recursos Naturales o al 0800-222-4173, desde un teléfono fijo.
Foto: Archivo Programa Infoambiente |
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