Las lluvias dispares e insuficientes que se han registrado en los últimos días en esta provincia no han servido aún para terminar con la crisis hídrica que padecen numerosos pobladores de las sierras cordobesas.
La situación más cruda se sigue viviendo en la localidad de Salsipuedes, vecina de Río Ceballos, en las Sierras Chicas, donde la mitad de los pozos de donde se abastecen los vecinos continúa prácticamente seca. Ese municipio debe proveer de agua a familias desesperadas a las que no les llega el servicio de red.
Para ello, deben multiplicarse los recorridos de los camiones hidrantes a fin de abastecer los tanques comunitarios y a viviendas de sectores humildes no cubiertos por el tendido de cañerías.
El intendente, Sergio Cornejo, mantiene la emergencia que declaró semanas atrás, cuando comenzaron a secarse las napas subterráneas.
El funcionario apostaba a la llegada de lluvias abundantes a partir de la segunda quincena de este mes, pero la naturaleza le es aún adversa. "Las napas apenas subieron su caudal, por lo que no ayudó a incrementar las tomas del sistema de agua", dijo un funcionario de la Subdirección de Agua municipal.
La situación no es menos crítica en las localidades de Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza, que se abastecen de una misma planta potabilizadora, debido a que el nivel del dique La Quebrada, donde se realiza la toma, es aún muy bajo. Por esa razón se mantienen cortes en los suministros.
En Villa Carlos Paz y otras localidades del valle de Punilla persisten también los problemas de abastecimiento de agua, pero las últimas lluvias han aliviado ligeramente la situación, ya que crecieron algunos ríos y volcaron un mejor caudal al lago San Roque.
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