Los productores entrerrianos siguen con el corazón en la boca. Los cambiantes anuncios sobre la emergencia hídrica y creciente del río Paraná se vieron superados en estos días por la realidad: las intensas lluvias renovaron la amenaza de inundación. Los productores del sur entrerriano acometieron con más fuerza con el traslado de animales a zonas altas. El gobierno colabora con corrales, acondicionamiento de caminos, camiones (“esta vez, no se perderá ni una sola cabeza de ganado”, prometió días atrás el gobernador Sergio Urribarri). En tanto en la Costa del Uruguay ya hay familias evacuadas y muchas ciudades están amenazadas con la posibilidad de no contar con playas para el verano.
Siete millones de cabezas menos
El apuro por salvar el ganado responde a distintas causas. Son entre 800 mil y un millón de cabezas las que peligran por la subida del agua. En 2007 se ahogaron 300 mil. Hoy, el panorama nacional es más complicado para el sector. Argentina padece en estos momentos un proceso de merma en su stock ganadero. Según Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), había en el país 55 millones de cabezas en 2008/9 y habrá 48 millones en 2009/10. El stock nacional se calcula en base al número de animales vacunados contra la aftosa. Hubo una disminución de 5 millones en los últimos dos años. Y habrá una caída de crías de más de 3,5 millones de terneros para 2010 y 2011, esto es, un 25% menos de terneros que en 2008.
Las estimaciones pertenecen al especialista Víctor Tonelli, quien disertó días atrás en Tres Arroyos al cierre de una jornada organizada por la Región Mar y Sierras del Movimiento CREA. Hasta 2004, la ganadería pudo mantenerse en sus números, pese a las crisis y problemas de distinta índole. Pero en 2005, con la limitación a las exportaciones, los cambios en las políticas públicas, subsidios, compensaciones y precios máximos, comenzó el derrape. Se visualizan 500 mil toneladas menos de carne para los próximos dos años, unos 13 kilos menos anuales por habitante.
Entonces, más allá de las pérdidas para cada bolsillo individual de los productores, el país no puede darse el lujo de aumentar la pendiente de caída y perder ganado a causa de la inundación.
Por qué crece
“La actual crecida del río Paraná en el tramo superior argentino es producida por las precipitaciones registradas durante fines de septiembre y comienzos de octubre, sobre la cuenca de aporte del río Paraná en Brasil. Fundamentalmente, el río Iguazú, que en total representa casi la cuarta parte del área total de aporte del río Paraná en Brasil”, explicaron los ingenieros Hugo Rohrmann y Carlos Depetris, especialistas en hidrología.
El río Paraná tiene dos tipos de creciente: la propia y la producida por el río Iguazú. Actualmente, estamos soportando la segunda clase, de más rápida evacuación que las crecientes propias del Paraná. Pero ojo: hablar de bajante rápida en este caso es hablar de 20 días a 1 mes de duración.
Según Depetris, desde la década del 70 el régimen de precipitaciones en la Cuenca del Plata cambió. Hubo un incremento en la frecuencia de lluvias cada año, a la vez que un aumento de lluvias aisladas intensas. En otras palabras, una ‘tropicalización’ del clima de la región.
En el caso de la actual creciente del Paraná, las previsiones dadas por el INA sufrieron modificaciones de cierta importancia por la operación de la represa de Yacyretá. Lo que nos lleva a reclamar que la Nación y las provincias involucradas acuerden “un mecanismo adecuado de comportamiento de las represas, de comunicación entre los organismos encargados de las alertas hídricas de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina para que se tenga información actualizada, a tiempo real y con mayor precisión”, afirmaron Rohrmann y Depetris.
Costa del Uruguay
En la otra orilla entrerriana, la creciente del Uruguay hace temer por la temporada de playa. En Concepción del Uruguay se observa con preocupación lo que pueda suceder en Banco Pelay, principal balneario de río en la provincia y punto clave para la economía lugareña. Cada año, la inauguración de la temporada se realiza el 8 de diciembre, Día de la Virgen. Pero a tan pocos días, el río se mantiene por encima de los niveles normales. Las playas se encuentran cubiertas y, aunque baje el agua, resultará difícil dejarlas en condiciones y efectuar las obras necesarias antes del verano. El comienzo de la temporada se vería así demorado.
En la semana que pasó, el río Uruguay creció un centímetro por hora a la altura de Concepción del Uruguay y llegó a los 4,54 (el nivel de alerta se ubica en los 5,30). El camino a Banco Pelay quedó anegado en varios tramos. Según el INA, habría en las próximas semanas un repunte importante en la cuenca del Uruguay. Por su parte, el INTA indicó que la lluvia acumulada en noviembre ya supera las marcas históricas de este mes.
En tanto, en Concordia, las lluvias colocaron al Río Uruguay en los 12, 40 metros. El Departamento de Hidrología de la Represa de Salto Grande no prevé nuevas lluvias. En cambio, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) sí las prevé para Corrientes y Misiones, y anuncia un verano con más precipitaciones que lo habitual. Hay ya 300 evacuados en Concordia, si bien algunos de ellos comienzan a regresar a sus hogares. El intendente de Concordia Gustavo Bordet declaró el Estado de Emergencia por la creciente del río.
En el Delta
La experiencia de 2007 sirve ahora para que Vialidad Provincial refuerce los caminos en puntos críticos, especialmente en las Zonales Islas de Ibicuy, Gualeguay, Victoria, Diamante y La Paz. Se trabaja en terraplenes de defensa y se acondicionan caminos para facilitar el traslado de la producción.
En Islas del Ibicuy están saliendo unos 20 camiones de hacienda diarios por el camino que sale desde Mazaruca a Médanos, que Vialidad procedió a elevar.
En el Departamento Islas hay un total de 360 mil animales. De ellos, 110 mil se encuentran en Villa Paranacito, informó Fucofa.
Vialidad trabaja también en obras que faciliten la salida rápida del agua (colocación de alcantarillas en arroyos que hoy están tapados).
En cuanto a la población, el intendente de Ceibas, Daniel Olano, adelantó que la creciente del Paraná y posibles sudestadas afectarán la zona rural, por lo que unas 30 familias deberán ser evacuadas en su éjido.
En Villa Paranacito, el pico de la creciente no ha llegado, pero sí las sudestadas, que unidas a las lluvias y al caudal en aumento del río Gualeguay, generan que la cuenca esté colmada en la ciudad del delta.
En tanto, en Victoria el alerta continúa. Porque aunque el río crecerá hasta los 4 metros, las islas bajas e inundables obligan a seguir evacuando el ganado.
En Gualeguaychú
Las lluvias afectaron también la cuenca del Gualeguaychú. En la semana se registraron más de 100 mm caídos y el río llegó ayer a las 19 a 2,98, creciendo. Se estima que hoy pasaría los 3 metros aunque recién durante la semana alcanzaría su pico no superior a los 3,50 metros, que es nivel de alerta es 3,50 (3,80 metros, evacuación).
El río Uruguay crecido retiene la evacuación y obliga a las aguas del Gualeguaychú mantenerse en niveles superiores, informó El Día. |
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