En Bahía Blanca, la lluvia que se hizo esperar por más de cinco meses, sorprendió a la ciudad durmiendo y alegró a los madrugadores con los 30 milímetros que se registraron en poco más de cuatro horas. Por las fuertes tormentas, en una escuela suspendieron las clases y una familia debió ser evacuada. Sin embargo, la situación del Dique Paso Piedras, que provee del servicio a los bahienses y a Punta Alta, no mejoró: esperan que hoy se manifieste una leve suba del nivel de la presa. En Patagones y Villarino, las zonas más golpeadas por la sequía, no cayó agua en forma significativa.
Aunque llegó sin viento, el agua acumulada derribó un cartel en pleno centro, anegó varias calles de tierra -exhaustas de tanta sequedad- y obligó a suspender las clases en la escuela media N° 3, ubicada a diez cuadras del centro, debido a las filtraciones en el techo que inundaron varias aulas. La mayor consecuencia se la llevó una humilde vivienda que debió ser evacuada por Defensa Civil en Villa Serra. "Estaba ocupada por cuatro personas, una de ellas discapacitada y un menor de un año y medio", dijo a Clarín el coordinador del organismo de emergencia, Mario Tejeda.
Al noreste de Bahía Blanca, donde está emplazado el dique Paso Piedras, la precipitación fue menos importante y no superó los 16 milímetros. El fin de semana la presa alcanzó su mínimo histórico de 154,07 metros. La lluvia tampoco benefició a Patagones y Villarino, los distritos del extremo sur bonaerense. En este último caso, en Algarrobo, la precipitación fue de sólo 9 milímetros y de escasos 10 en Teniente Origone, ambos pueblos fuera del sistema de riego del Río Colorado.
Mientras se espera que el clima húmedo continúe hoy y proporcione registros más importantes de precipitación en algunas zonas, como en la de Paso Piedras, el municipio serrano de Tornquist, donde ayer sólo llovieron 2 milímetros, se sumó a los que impulsan programas de uso racional del agua, ante la cercanía del verano, donde el calor hace crecer la demanda por encima del 30%. En ese distrito, la falta de lluvias provocó en la temporada pasada que la población de Villa Ventana, uno de los mayores atractivos turísticos de la comarca serrana, sólo tuviera disponibilidad de una hora de agua de red por día, durante varios meses del año.