En medio de un calor abrasador que empujó el termómetro a los 44.9 grados, los catamarqueños vivieron una jornada de caos y martirio por la pésima provisión de los servicios de energía eléctrica y agua potable.
A las 10.30 de la mañana, cuando el termómetro marcaba recién 33.4 grados de calor, tres líneas del suministro de energía eléctrica de la empresa EDECAT salieron de servicio, dejando sin energía a los pobladores de San Isidro, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú (se cortó el suministro en la línea de Los Pozos), y de una enorme zona de la Capital provincial por un corte en la línea de alto voltaje de avenida Güemes. De acuerdo con lo que confirmaron fuentes de la empresa, la salida de servicio de las líneas de suministro se debió a una saturación de los transformadores por un alto consumo. La empresa admitió que la instalación fue insuficiente para sostener la demanda energética a tan temprana hora de la mañana. Pero estos problemas fueron uno de los múltiples que sufrieron los vecinos ayer. A las 0.30, los barrios del norte capitalino tuvieron energía eléctrica con muchos altibajos, al punto que no encendían ni los equipos de aire acondicionado, ni los demás electrodomésticos.
El suministro recién retomó la normalidad cerca de las 5, con lo cual muchos vecinos permanecieron la noche en vigilia por la alta temperatura registrada (no bajó de los 30 grados) y por la desastrosa provisión de la energía. Un poco más tarde, para colmo, comenzaron a sentirse las consecuencias en la red de agua potable.
A las 15, ya con el termómetro por encima de los 40 grados y con la demanda de energía en aumento, los cortes siguieron: se cortó el suministro en la avenida Alem, en la avenida Belgrano y en otras líneas que abastecen a los barrios del norte capitalino. En otros lugares de la ciudad, especialmente hacia el oeste (avenida Ocampo, avenida Felipe Figueroa, 920 Viviendas), la electricidad que ingresaba en las viviendas difícilmente llegaba a los 150 voltios con el consiguiente riesgo para los artefactos.
Los comercios del centro fueron una historia aparte. Al trabajo normal de las primeras horas siguieron otras que enfurecieron a los dueños de los negocios, especialmente aquellos que debían refrigerar mercaderías como helados, gaseosas, comidas y otros. La energía fue paulatinamente en descenso hasta que finalmente se cortó y la mayoría debió cerrar.
Inevitable: las consecuencias por falta de luz
Barrios sin una gota y menos agua en la red
Varios barrios del norte de la ciudad, en particular, sufrieron durante gran parte de la jornada una deficiente provisión de agua potable por la falta de energía eléctrica. Esto ocurrió pese a las previsiones que se tomaron de instalar generadores de energía en los pozos y estaciones de rebombeo.
Los lugares más castigados fueron los barrios ubicados en el extremo norte, desde la avenida Los Terebintos, aunque también ayer a la tarde se reportaron inconvenientes en el barrio Teresa de Calcuta, CGT, el denominado por los vecinos como "Piñón Fijo" y otros en el extremo sur de la Capital.
En otros sectores, la provisión de agua fue mínima: con menor caudal en la red por la baja tensión de electricidad, en muchos hogares de los barrios del oeste capitalino se recibía sólo un "hilito" de agua que no alcanzaba para subir a los tanques.
En el Colegio "Juan Pablo II", frente a la Plaza de Choya, se debió recurrir directamente a un camión cisterna para llenar los tanques que se habían quedado sin agua para los alumnos.
De esta manera, las autoridades del establecimiento evitaron que los alumnos fueran despachados, cosa que sí ocurrió en otras escuelas donde por falta de agua y luz se debió enviar a los niños a sus casas, antes de que concluyera el horario habitual de clases.
EN LA JUSTICIA
? Pocos minutos antes de las 12, la Corte de Justicia permitió a los empleados retirarse antes de la finalización del horario, a raíz de que no podían seguir desempeñando sus tareas por los constantes bajones de la tensión energética. Se indicó que era más beneficioso dejar de trabajar, que forzar las computadoras y demás equipos para cumplir con el horario.
Con humedad alta, el agobio fue mayor
Mientras toda la población esperaba con ansias la tormenta (que se precipitó finalmente después de las 19), las horas previas fueron de un agobio singular debido al notable incremento de la humedad relativa en el ambiente.
El récord del año en temperatura fue el viernes 30 de octubre, cuando el mercurio llegó a 47 grados, pero con una humedad en el ambiente que no llegaba al 15%.
En cambio, a las 12 de ayer, los 35.9 grados parecían muchos más por el casi 40% de humedad en el ambiente. Según explicaron fuentes del Servicio Meteorológico del Aeropuerto "Felipe Varela", para alcanzar ese nivel de humedad contribuyeron las precipitaciones que se produjeron en diversos lugares del interior provincial, en particular en la villa de El Alto, algunas zonas de Ancasti y otras del departamento Santa Rosa, como también en localidades del departamento Paclín y de la zona norte de Ambato.
El récord de temperatura en Catamarca se incluye en la lista de situaciones climáticas extremas y curiosas que ocurrieron en el año, junto al tornado en San Pedro, Misiones, la sequía prolongada en Córdoba, y el alud en la provincia de Salta.
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