El Gobierno alista una inversión de 100 millones de dólares para solucionar la escasez de agua existente en las poblaciones de Valle Alto del departamento de Cochabamba, afirmó el primer mandatario, Evo Morales.
Dijo que “el proyecto de agua no se trata de una promesa electoral, sino una necesidad destinada a promover el desarrollo de la región, conformada por varias poblaciones”.
Señaló que lamentablemente la ejecución de este proyecto ha sido difícil por la inexistencia de un plan de diseño final coherente.
El Jefe de Estado anotó ha sido informado que el actual prefecto de Cochabamba, Jorge Ledezma, ha encargado la elaboración de un proyecto serio que podría ser concluido hasta fines de año para buscar las fuentes de financiamiento que lo hagan realidad.
“Bolivia ya no es país chico como era visto antes por la comunidad internacional, sino que goza de importancia y consideración para gestionar créditos que sirvan para la ejecución de planes de desarrollo”, dijo.
Morales adelantó que otro de los proyectos a llevarse adelante en la región de Valle Alto de Cochabamba es la construcción y mejoramiento de caminos, a fin de que los pobladores saquen su producción a diversos mercados.
Informó que, por ejemplo, el próximo año se construirá la doble vía entre los departamentos de Oruro y Cochabamba que se conectará a otras carreteras pasando, por ejemplo, por poblaciones como Parotani, Santiváñez, Tiraque y otras.
El Primer Mandatario expresó que se tiene planificado igualmente la construcción de un tren eléctrico que pase por las poblaciones de Valle Alto cochabambino.
Subrayó que algunos proyectos ya son encaminados en la zona, como la instalación de la nueva Escuela de Sargentos en Tarata, un estadio grande en Cliza y se espera construir en Punata un hospital de tercer o por lo menos de segundo nivel para que atienda a los pobladores de la región.
Agregó que en Punata también se ha instalado una planta procesadora de leche para su industrialización con la fabricación de diversos productos.
El Mandatario señaló que la planta demandó la inversión de un millón de dólares gestionados ante el Gobierno de Japón.
Dijo que las Alcaldías de todo el país deberían adquirir yogurt y otros productos para el desayuno escolar que dan a los estudiantes, antes que comprarlo de otras naciones.
El Jefe de Estado aseveró que con la experiencia ganada en casi cuatro años en el Gobierno ha aprendido y está seguro de que su siguiente gestión será mejor al servicio del pueblo boliviano.
Expresó que las últimas semanas que ha recorrido los departamentos ha podido ver que la propuesta de gobierno es apoyada por más sectores del país, entre ellos profesionales, intelectuales y otros que consideran que representa sus reivindicaciones económicas, sociales y políticas.
Destacó lo sucedido el pasado fin de semana en la ciudad de Santa Cruz donde decenas de miles de pobladores lo recibieron en los barrios que recorrió.
Hizo patente su convencimiento de que el próximo domingo “el pueblo dará un mazazo con su voto a los frentes de derecha que quieren volver al pasado dictatorial y neoliberal”.
Dijo que todos los proyectos comenzarán a ser realidad con la prosecución del proceso de cambio que se inició en enero de 2006 para no solamente elegir un Gobierno que lleve adelante la revolución democrática y cultural, sino un Poder Legislativo que acompañe los esfuerzos para el desarrollo.
Lamentó que en estos casi cuatro años que está al frente de la administración se ha chocado con una oposición incrustada en la Cámara de Senadores que ha obstaculizado varios de los programas de desarrollo y de Leyes fundamentales para la nación.
Puso como ejemplo lo sucedido con los proyectos de Ley del Seguro Universal de Salud y de Lucha Contra la Corrupción y la no aprobación de convenios internacionales que servirán para captar créditos para el desarrollo.
El Presidente se refirió específicamente a lo que sucede con el convenio crediticio por 332 millones de dólares suscrito con Brasil para la construcción de un camino entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos.
Ese convenio fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero se estancó en el Senado desde agosto, dijo, al lamentar que la pasada semana haya sido devuelto a la Cámara Baja con algunas modificaciones, lo que obligará a un nuevo proceso de negociaciones con Brasil. |
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