inos de Guadalupe Oeste se vieron seriamente afectados por las lluvias que precipitaron durante la madrugada en nuestra ciudad. Durante una recorrida que realizó El Litoral pudo constatar que -a media mañana- algunas arterias continuaban con el agua aún sobre las veredas, lugares donde cerca de las 3 de la madrugada había ingresado a los domicilios particulares.
Padre Genesio, Javier de la Rosa, Risso, 12 de Infantería, la zona de la parroquia San Cayetano, la zona cercana al terraplén French y de General Paz, Dorrego y Tacuarí a la altura del 7600, en un radio de doce cuadras hacia el norte y el sur, aproximadamente, fueron los sectores más perjudicados, según se informó desde la vecinal.
Mónica Ledesma, Horacio Boero, Jorge Peralta y Débora Vera, integrantes de la comisión directiva de la vecinal Guadalupe Oeste, aseguraron que pusieron a disposición esta mañana la sede -ubicada en Risso al 1700- para recibir evacuados, a pesar de que es un punto de encuentro. Sin embargo, hasta este mediodía ninguna familia del barrio inundada había querido dejar su vivienda.
En diálogo con El Litoral, plantearon que “algo similar a lo de hoy se dio en 2007. Se inundaron calles como Javier de la Rosa y Risso y otras que históricamente tienen problemas con menos caída de agua. No somos un centro de evacuados sino un punto de encuentro previsto en el caso de una emergencia hídrica, para luego derivarlos a los centros de evacuados cercanos, como el Gada y el club Teléfonos. Las familias que la Municipalidad fue a buscar no quisieron salir de sus domicilios y si hubieran sido pocas las dejábamos acá”.
Sin embargo, los vecinalistas recordaron que “ya le habíamos advertido a la Municipalidad la necesidad de un desagüe en calle French. Ocurre que se construyó un Fonavi de más 300 viviendas y no se hicieron los desagües. Entonces, desde 2007 padecemos las inundaciones por lluvias. Esto lo planteamos antes de la construcción de ese complejo, a la gestión municipal anterior y a ésta. Se la planteamos a Barletta como una de las prioridades, junto con la desobstrucción de los desagües”.
Daños en viviendas
Respecto de la causa del problema que padecen, los vecinalistas explicaron que “este barrio desagua en el reservorio que funciona entre el viejo y el nuevo murallón French. Ahí hay una compuerta pero cuando la laguna Setúbal sube a más de 4,50 metros queda obstruida. Nos prometieron poner una bomba móvil, que nunca llegó. Por eso, toda el agua de este barrio y de Guadalupe norte, desde la Basílica para el norte, tiene que salir por un caño de un metro por un metro cuando la laguna está baja, que ahora -al estar alta- es menor”.
Y continuaron: “Esto desde hace años que lo venimos repitiendo. Además, tienen que limpiar el reservorio para que tenga mayor capacidad y agrandar las salidas cuando la laguna está baja, pero prever poner una bomba cuando la laguna crece. Las falencias ocurren no sólo por el clima, que tiene su importancia, también hay que tener las obras para el clima que estamos viviendo”.
Por último, plantearon que “en esta oportunidad, se inundaron las calles pero también muchas casas. El daño material pero también el moral de lo que eso significa es impagable. Esas cosas son prioritarias. No podemos tener hermosas obras en el centro cuando en los barrios estamos todos inundados”.
Y solicitaron que “las obras se deben definir con los vecinos. Por ejemplo, esta mañana, los vecinos de Barranquitas Oeste me comentaron que el agua se fue con bastante velocidad del barrio. En la reunión que recientemente tuvimos todas las vecinales con el director de Gestión de Riesgo, el presidente de esa vecinal le planteó la necesidad de la limpieza de una alcantarilla que está en Pedro Zenteno. La gente de esa repartición hizo caso a ese planteo y eso ayudó a que hoy se fuera el agua rápido de ese barrio. Esto demuestra que hay que darle bolilla a las instituciones, porque tienen conocimiento de lo que pasa en el barrio y plantear lo que creemos puede ser una solución y las autoridades no tienen que ser soberbios”.
En el sur
En la zona sur de nuestra ciudad el agua pudo escurrir rápidamente y no perjudicó tanto a los vecinos. A media mañana, durante una recorrida que realizó El Litoral por El Arenal, San Lorenzo, Chalet y Centenario, las calles se encontraban libres de agua -sobre todo- en aquellos puntos críticos de estos barrios, aunque todavía permanecía cubriendo las zanjas.
Problema crónico
En General Paz y Ayacucho, un grupo de vecinos había cortado esa avenida e impedía el tránsito de vehículos, ya que hacían olas que empeoraban la situación dentro de las viviendas aledañas.
Indignados, aseguraron a El Litoral que “estuvimos con 30 centímetros de agua adentro de nuestras casas y no vino nadie. Llamamos a Defensa Civil, el Cobem, la Policía, los bomberos, Aguas Santafesinas, pero nadie vino. Por eso, tomamos la determinación de cortar porque las olas que hacían los vehículos producían más inconvenientes dentro de nuestras casas”.
En este sentido, agregaron que “desde las 3 que estamos inundados y a las 6 y media de la mañana recién prendieron la bomba para sacar el agua. Pero es una bomba como para vaciar una pileta particular. Lo peor es que nosotros pagamos los impuestos como si fuéramos Guadalupe residencial y nos inundamos como el peor de los barrios. Ahora va a aumentar la tasa y seguimos con el mismo problema”.
En la boca calle que ellos cortaban había una tapa de cloaca que emanaba agua. Los vecinos advirtieron que “en realidad, primero nos inundamos por los baños y los patios, cuando todavía el agua no te entró por la puerta de tu casa. Tenemos colocadas válvulas antirretorno pero no sirven”.
Los vecinos explicaron que “algunos pudieron poner a resguardo los autos subiéndolos a ladrillos”, mientras que otro comentó que “perdí colchones y otras pertenencias porque estábamos durmiendo con aire acondicionado y no escuchamos nada y no pudimos comenzar a resguardarnos. Me despertaron por teléfono pero ya era tarde”.
Por último, solicitaron que “independientemente del problema de hoy queremos una solución para siempre porque apenas llueve nos inundamos porque el agua no escurre. El problema es crónico y desde hace por lo menos 40 años que lo tenemos y ningún gobierno hizo nada. Ahora están haciendo una obra que supuestamente será un paliativo para este problema, en Pavón y Dorrego, pero no está terminada porque siempre tiene inconvenientes: le roban el tablero, porque no hay un sereno, entre otros.
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