Al menos tres personas murieron por el fuerte temporal que azotó este martes las provincias del noreste del país. La Policía del Chaco informó que dos personas fallecieron: un chico se ahogó en un canal de la ciudad de Resistencia y un adolescente que murió tras sumergirse en un desagüe en el Paraje Maipú.
En tanto, la pared de una casa de material ubicada en la ciudad de Goya, Corrientes, se derrumbó y mató a una nena de siete años que se encontraba en el lugar en compañía de su madre y una hermana, de 12 años, según confirmó el titular de Defensa Civil, Jorge Zonschain.
Las fuertes lluvias derribaron árboles y provocaron destrozos en esa localidad, donde cayeron 230 milímetros en pocas horas y todo quedo inundado.
El fuerte temporal sacudió desde las primeras horas del martes las provincias de Chaco, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Salta. El fenómeno obligó a la evacuación de miles de personas y a tomar medidas como la suspensión de clases y el corte preventivo de energía eléctrica.
La ciudad de Concordia, fronteriza con territorio uruguayo, fue la más afectada. La crecida del río Uruguay, que aumentó su caudal 13 metros en pocas horas, anegó barrios enteros y casi 6.000 personas fueron evacuadas y trasladadas a centros para refugiados.
El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, definió el panorama como “desolador”. “El río Uruguay nos ha jugado una mala pasada otra vez y con las lluvias de los últimos días realmente nos viene castigando feo”, dijo el mandatario. Se calcula que la crecida del río Uruguay ya es una de las siete más importantes de la historia. Por otra parte, fue cortado el puente Alvear, uno de los principales ingresos a la ciudad.
En Resistencia, capital del Chaco, fueron evacuadas 3.500 personas, principalmente de los asentamientos de la periferia, a raíz de la caída de 130 milímetros de agua entre las 5 y las 9 de ayer. Setecientas cincuenta familias que debieron abandonar sus hogares fueron alojadas en 23 escuelas. En otras localidad chaqueñas llegaron a caer hasta 200 milímetros. El gobierno provincial dictó la suspensión de las clases y conformó grupos de trabajo que, con la ayuda de organizaciones civiles y el ejército, organizaron las evacuaciones. Tampoco funcionó el transporte público y hubo cortes de luz. Por la tarde, grupos de vecinos afectados por las inundaciones realizaron piquetes en arterias estratégicas de la ciudad para reclamarles a las autoridades asistencia inmediata. Las lluvias también castigaron el interior provincial, aunque en menor medida.
A todo esto, el desborde del Paraná obligó a evacuar a casi 350 pobladores de barrios ribereños de la capital santafesina. El intendente, Mario Barletta, apuntó que la ciudad está siempre en riesgo a causa de que su sistema de desagüe es “absolutamente inapropiado e ineficaz”. Tres barrios santafesinos estaban, al cierre de esta edición, sin suministro de electricidad.
En la ciudad correntina de Goya, cayeron 115 milímetros de lluvia en una hora, se suspendieron las clases y se inundó la periferia, donde el agua ingresó a las viviendas. Muchas familias se autoevacuaron. La inundación que afecta a Goya se suma al tornado que sufrió el viernes último, que además de innumerables daños y cortes de energía provocó la muerte de una nena de siete años. Salta, que venía de soportar temperaturas que llegaron a los 51 grados de sensación térmica en el norte provincial, recibió intensas lluvias que obligó a familias radicadas a la vera del río Vaqueros a dejar sus casas. Las lluvias también golpearon a Uruguay y dejaron 3.000 evacuados. La mitad reside en el departamento de Artigas, a unos 500 kilómetros al norte de Montevideo, limítrofe con Brasil, que fue declarado “zona de emergencia”.
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