Conocido es el pedido del Gobierno de Jujuy y de Agua de los Andes sobre el cuidado del agua potable, atendiendo la situación crítica por la que atraviesa no solo la provincia, el país y el mundo por la escasez del líquido elemento, pero pareciera que no todos entendieron lo del uso racional del agua ya que el municipio local lo derrocha, utilizando largas mangueras agujereadas para el regado de la plaza, por donde se desperdicia alrededor de 100 metros cúbicos de agua por minuto.
Todos los días llega a plaza Centenario una cisterna de la comuna local tirada por un tractor y cargada con miles de metros cúbicos de agua, la que comienza su derrotero regando las diferentes especies que ornamentan el lugar, usando una manguera totalmente deteriorada y permite la fuga del líquido sobre la vereda que corre hacia el cordón cuneta.
El ingeniero Rogelio Savid, titular de la empresa prestataria del servicio de provisión de agua potable, en oportunidad de visitar recientemente la localidad de Yavi, anticipó que “vamos a comenzar con las multas” a quienes derrochen el agua, correspondiéndole la sentencia a usuarios particulares y organismos oficiales.
La Quiaca es una de las comunidades más críticas a la hora de hablar del agua potable, hay viviendas entregadas hace menos de tres años que a la fecha no tienen agua potable, existen barrios en las zonas más elevadas de la ciudad que subsisten con cortes del servicio ya que en temporada estival se diagrama una serie de cortes de suministro para racionalizar el uso y no es halagüeño que la municipalidad se dé el lujo de derrochar el escaso agua con la que cuentan los quiaqueños.
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