El agua parece ser el karma que tendrán los cordobeses este verano. Si no es la sequía, son las intensas lluvias como la de ayer, que provocaron anegamientos en las calles de la ciudad de Córdoba y cortes de luz.
En la capital cayeron 24 milímetros, lo suficiente para poner en jaque el sistema de desagües, al que, según la propia Municipalidad, le falta mantenimiento.
Algunos de los barrios afectados fueron Alta Córdoba, Empalme, Bajo Palermo y Colón. En Villa Cornú se registró la caída de algunas ramas de árboles.
Ayer por la tarde, el centro fue un caos. Además del agua en las calles, hubo cortes de luz que dejaron fuera de servicio los semáforos. El tránsito se desordenó y en algunas esquinas vitales los agentes municipales estuvieron ausentes sin aviso.
Según Epec, la tormenta fue la que causó los cortes de energía que afectaron a varios barrios de la zona noroeste de la capital.
En el resto de la provincia no se registraron daños serios, según informó Diego Concha, de Defensa Civil de la Provincia. En Jovita, General Levalle, Adelia María y Alejandro Roca hubo un temporal con granizo ayer a la madrugada que provocó voladuras de techo y autoevacuados. En Alejandro Roca cayeron 69 milímetros.
Otros sitios en los cuales el milimetraje fue importante son Ticino (70 milímetros), Ausonia (60), Alcira Gigena (55) y La Amarga (58), según la Bolsa de Cereales de Córdoba.
A su vez, las intensas lluvias inundaron la ruta 38, a la altura de Bialet Massé, por lo que se decidió el cierre momentáneo de este camino.
Poco efecto en los diques. En tanto, el agua caída ayer no tuvo fuerte impacto en los embalses. El San Roque recibió poca agua, ya que la lluvia en la cuenca fue muy poca, apenas 15 milímetros. En La Quebrada, el nivel había bajado cuatro centímetros ayer a la mañana, producto de las altas temperaturas del martes que generaron mucha evaporación.
Desde la cooperativa de Río Ceballos indicaron que el consumo está por debajo de lo normal y que la lluvia de ayer a la tarde mejoraría la situación del espejo de agua.
Destrozos y árboles caídos en Deán Funes
La torrencial lluvia que cayó en la madrugada del martes en Deán Funes provocó inconvenientes en esa ciudad del norte cordobés, distante 119 kilómetros al noroeste de la Capital provincial.
Cayeron 93 milímetros en una hora y media y las calles Mitre, Sáenz Peña y San Martín se transformaron –como sucede casi siempre–, en canales colectores del agua que desborda del río Ischilín.
El diluvio anegó muchas calles del centro y obligó a evacuar, de manera preventiva, a un vecino de 70 años que se encontraba postrado por problemas de salud, informó Defensa Civil. El temporal también derribó cinco árboles.
"El problema de anegamiento es histórico en Deán Funes, pero esta vez el cuadro se agravó debido a los incendios que se registraron hace poco tiempo en la sierras, que impidieron que el agua de lluvia se filtre en las zonas altas y escurran de modo moderado", explicó Javier Huss, secretario de Gobierno municipal.
El funcionario comentó además que uno de los torrentes, proveniente del paraje Las Canteras arrastró "troncos quemados, cenizas y lodo" hasta el centro mismo de la ciudad, de unos 22 mil habitantes.
|
|
|