Bajo un sol abrasador, despiadado, que hizo saltar los termómetros, con una sensación térmica de 56 grados, ayer a las 17.30 un grupo de trabajadores de la gobernación santiagueña abrió las compuertas de la estación subniveladora de Colonia Dora, en Santiago del Estero, y en minutos comenzó a fluir un borbotón de agua del Salado que inició su camino río abajo, hacia Tostado, donde podría arribar en unos 20 días. Esta represa santiagueña está situada a 160 kilómetros en línea recta de la localidad santafesina, y más de 300 por el cauce del río.
Funcionarios y técnicos del Ministerio de Aguas y Medio Ambiente de Santa Fe, que estuvieron en Colonia Dora para controlar que Santiago del Estero cumpliera con la liberación del río, calcularon que por esa represa pasan desde ayer más de 4 metros cúbicos por segundo.
El acuerdo que destrabó la apertura de las compuertas de Colonia Dora establece que durante cuatro días Santiago del Estero cerrará los canales que confluyen en esa estación subniveladora que proveen agua a las producciones agropecuarias de la zona, que en su mayoría riegan los campos con el antiguo método por inundación- y liberará el río aguas abajo. Por otros cuatro días se hará a la inversa: Santiago del Estero abastecerá a los canales derivadores y cerrará el paso aguas abajo, que ya tendrá según estiman- reservas para abastecer a Tostado, donde la sequía que se extiende desde hace más de un año y medio ha puesto a esa localidad al borde del colapso por la falta de lluvias, que ayer apenas fueron de 15 milímetros.
“Esta es una respuesta inmediata para solucionar la emergencia hídrica, pero lo que importa es el gesto de madurez de las otras provincias que entendieron la situación”, aseguró Pablo Storani, director provincial de la Administración de los Recursos Hídricos de Santa Fe.
Gestiones
Hace tres semanas, el gobernador santafesino Hermes Binner se comunicó con su par santiagueño Gerardo Zamora para exigirle que esa provincia cumpla con un pacto firmado por los distritos que comparten la cuenca, que establece que desde Colonia Dora deben pasar 3 metros cúbicos por segundo aguas abajo.
De acuerdo a las mediciones que habían realizado técnicos de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, por esa represa sólo pasaban 1,4 metros cúbicos por segundo, menos de la mitad de lo que marcaba el acuerdo de 1996.
Ante la dura posición que había mantenido Santiago del Estero, Binner pidió al ministro del Interior, Florencio Randazzo, que convoque a una reunión con el resto de los mandatarios por donde pasa el Salado para dar una solución a la emergencia y poner reglas de juego más claras hacia el futuro, que incluyan una regulación integral de la cuenca. Desde el gobierno provincial pretenden que el Salado sea analizado como una totalidad, contemplando las producciones pero manteniendo el concepto de que el agua primero ser utilizada.
Esfuerzo. Bajo el abrasador sol santiagueño, ayer abrieron las compuertas del dique de Colonia Dora para liberar algo más de cuatro metros cúbicos, un persistente reclamo que beneficia al castigado noroeste santafesino.
Foto: Gentileza Prensa Ministerio de Aguas
Canales
Desde Suncho Corral hasta Colonia Dora hay una distancia de unos 120 kilómetros, y en el medio decenas de canales que derivan el Salado para alimentar con agua a distintas producciones agropecuarias, que riegan por inundación. El desmonte avanza de forma implacable en esa zona, fruto de la extensión de la frontera agropecuaria, en una región árida y seca donde desde hace más de una década hay cultivos de soja, maíz y sorgo, entre otros.
El problema del agua es parte de una historia que encierra no sólo a las economías de subsistencia, sino también a los cambios productivos de la región. Y en esa encrucijada está el gobierno santiagueño, que dio respuestas a la demanda de agua de sus enclaves agropecuarios, a través de los canales del Salado, pero también enfrenta la presión de Santa Fe que reclama que se cumpla con un viejo acuerdo de 1996, que nunca se respetó en épocas de sequía.
|
|
|