El gobierno de Mendoza declaró la emergencia en el suministro de agua potable en la provincia por 180 días y convocó a un comité de crisis en busca de soluciones al problema de la falta de agua.
El titular del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), Javier Montoro, sostuvo que la emergencia hídrica y cloacal se ha visto agravada por al menos "10 años de desinversión de la empresa concesionaria".
El comité operativo estará integrado por representantes de la Dirección General de Irrigación, del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Transporte, la intervención de Obras Sanitarias Mendoza (OSM), los municipios y la Secretaría General de la Gobernación.
También se implementará un programa de educación permanente para la concientización sobre el uso del agua potable y de los niveles de las reservas en las distintas plantas potabilizadoras de la provincia.
Mediante el decreto 2924 se autorizó a OSM a realizar cortes no programados del servicio y se ordenó a la repartición de Irrigación a priorizar la distribución del agua para uso humano.
El decreto detalla asimismo que los motivos de aplicación de este régimen del servicio se debe a la limitación hídrica regional que depende de los deshielos, la disminución de las aguas subterráneas en los pozos operativos, la creciente demanda domiciliaria y la falta de inversión.
Montoro señaló, además, que el Estado tendría que invertir unos 600 millones de pesos para regularizar la situación de OSM.
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