Las inundaciones siguen dando lugar a dramáticas escenas en el litoral y el norte del país. En la ciudad entrerriana de Concordia –la localidad más afectada y con más evacuados– los pronósticos de lluvias y tormentas para los próximas días y un río Uruguay que no para de crecer obligan a más familias a dejar sus casas. En tanto, un nuevo temporal de lluvia y viento afectó a las provincias de Santiago del Estero, Jujuy y Chaco, donde la muerte de una adolescente elevó a tres la cantidad de víctimas mortales por las inundaciones.
En Concordia el agua no baja y los damnificados directos ya son cerca de seis mil. Defensa Civil pidió a las familias ubicadas en zonas en peligro de nuevas inundaciones por la crecida del río Uruguay que dejen sus casas de manera preventiva. Al cierre de esta edición, el cauce se encontraba a 14,64 metros de altura y en constante ascenso.
Además de la difícil situación de Concordia, crecía el número de evacuados en las ciudades ubicadas en el este entrerriano, sobre la costa del río Uruguay, como Federación, Colón, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. “No hemos tenido que lamentar muertes, ni delitos, ni enfermedades, y esto es porque actuamos a tiempo”, destacó el gobernador Sergio Urribarri, quien está instalado en Concordia para organizar en terreno el plan de emergencia.
En Chaco, donde ya había 3.220 evacuados iniciales, otras 200 personas tuvieron que abandonar sus viviendas a raíz de un temporal con características de tornado, en Colonia Elisa, 89 km al noroeste de la capital provincial. Fenómenos similares se vivieron en Santiago del Estero y Catamarca.
En Jujuy, un temporal de lluvias obligó a la evacuación preventiva de un centenar de personas y provocó el desmoronamiento de un puente en el acceso a la capital. Por otra parte, una chica de 15 años falleció en Chaco al intentar cruzar a nado una represa en la localidad de Avia Terai, con lo que ya suman tres los decesos por la inundación en esa provincia y cuatro a nivel nacional.
En Santiago del Estero, en tanto, un fuerte temporal de viento, con ráfagas de 100 kilómetros por hora, causó voladura de techos y caída de paredes de viviendas precarias. La ciudad más afectada fue Beltrán, 30 kilómetros al sudeste de la capital. El temporal, que se extendió hasta la madrugada de ayer, se produjo luego de varios días de sensación térmica superior a 50 grados, al punto que numerosas calles de hormigón de Santiago capital se agrietaran por la intensidad del calor. También en Catamarca el tiempo fue inclemente: un temporal de lluvia, viento y granizo provocó serios daños en barrios pobres de la capital provincial.
El temporal que se desató el último miércoles también castigo con dureza a amplias regiones de Brasil y Uruguay, donde también persisten miles de evacuados. Los expertos aseguran que este fenómeno, uno de los más duros de las últimas décadas, obedece al calentamiento global.
“Habíamos pedido obras a la Nación”
“La situación es muy complicada porque la ciudad se encuentra rodeada de agua por la creciente del Paraná, del Río Negro que la atraviesa, y por las lluvias”, dice la intendente de Resistencia, Aida Ayala.
–¿Temen un estallido social?
–Ya se produjeron piquetes para reclamar asistencia.
Aclaro que en Resistencia es común que haya
piquetes porque Capitanich es de la misma escuela que Kirchner.
–¿Es muy excepcional una inundación así en Resistencia?
–Esta recurrencia de factores se da cada diez años y ahora, con el fenómeno del Niño, estaba prevista.
–¿Entonces no los tomó de sorpresa?
–No, la habíamos previsto. Por eso le venimos reclamando al gobierno provincial que le pida a la Nación obras para que esto no suceda más.
–¿Y qué pasó?
–No hay respuestas. El matrimonio viene al Chaco, promete, pero el Chaco sigue igual de postergado como todo el norte.
“Esperamos tres duras semanas”
“El agua en el puerto ya está en 14 metros y medio y con quince se declara alerta de evacuación. Lo normal es que el promedio sea tres metros”, explica el intendente de Concordia, Gustavo Bordet.
–¿Las defensas no aguantaron?
–Hay una defensa que se hizo hace diez años y sirve para proteger a 3.000 familias, pero en la zona costera, que es de donde son los evacuados, es muy difícil hacer una obra que impida este tipo de inundaciones. Tengamos en cuenta que hace 17 años que no teníamos una crecida de estas características.
–¿Los evacuados son gente de bajos recursos?
–En su mayoría sí, pero no todos, porque más allá de los asentamientos periféricos, cuando el agua llega a determinado nivel afecta también al casco urbano de la ciudad.
–¿Qué panorama esperan de aquí en más?
–Nos preparamos para una contingencia larga. En el mejor de los casos el río va a demorar tres semanas en volver a su cauce normal.
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