Con el agua al cuello, un vecino intentaba llegar hasta su casa, en los suburbios de Concordia. “Perdimos todo”, se lamentaba el hombre, uno de los 7.000 entrerrianos afectados por la crecida de los ríos que rodean su provincia –el Uruguay y el Paraná– cuyo pico se espera para fines de la semana que viene. En Chaco, unas 380 familias continuaban evacuadas, a pesar de que el agua comenzó a bajar lentamente. Los pronósticos del tiempo no son alentadores: el Servicio Meteorológico anunció más lluvias para la región mesopotámica.
Seis días después del intenso temporal que provocó crecidas de ríos en Santa Fe, Chaco, Corrientes y Entre Ríos, las autoridades provinciales mantenían en marcha los operativos de asistencia a los evacuados y estaban alerta ante la posibilidad de que el clima vuelva a empeorar.
“El río Uruguay tardará de dos a tres semanas en normalizar su nivel”, aseguró el director de Defensa Civil de Entre Ríos, Roberto Destri. El funcionario dijo que se mantiene en “7 mil el número de afectados” y señaló que de ese total “6 mil pertenecen a Concordia y los otros mil están repartidos entre otras ciudades de la costa del río Uruguay, como Concepción del Uruguay, Colón y Gualeguaychú”.
En Concordia, el gobierno instaló 23 centros de evacuados y trabajaban 1.500 personas en tareas de asistencia. El intendente Gustavo Bordet explicó que allí hay muchas personas “autoevacuadas” a las que se intenta persuadir de que se trata de una “emergencia prolongada” y que es en los centros de evacuados donde “podemos garantizar las cuestiones sanitarias y alimentarias”.
En Chaco, las condiciones climáticas mejoraron, por lo que el agua comenzó a retroceder y cientos de evacuadas pudieron regresar a sus hogares. “Hubo una reducción importante en la cantidad de personas afectadas por la inundación, ya que pasamos de tener 499 familias evacuadas a las 380 que se registran actualmente”, afirmó la ministra de Desarrollo Social del Chaco, Beatriz Bogado.
Bogado precisó que la situación en los albergues es estable, ya que no se registraron variaciones en el número de evacuados que se distribuyen en 24 centros en el Gran Resistencia. La funcionaria anticipó, además, que las familias de 11 albergues estarían en condiciones de volver a sus viviendas en las próximas horas debido a que el agua comenzó a escurrir gracias al buen tiempo en la región. Y agregó: “Hay una gran parte de estas familias que ya no tienen agua en sus domicilios, pero tratándose de terrenos que tuvieron mucha anegación aún continúan con mucho barro y por eso permanecen evacuados”. Fuentes oficiales confirmaron que el jueves por la noche llegaron a la capital chaqueña dos grupos electrógenos y una bomba enviados por el gobierno nacional para reforzar el funcionamiento permanente de las estaciones de bombeo, que propicia el escurrimiento de las aguas.
SIGUE EL MAL TIEMPO. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta por lluvias para el Chaco, el noreste de Corrientes, Formosa, el este de Jujuy, Misiones, el este de Salta y el norte de Santiago del Estero. “No se descarta que algunas de las tormentas sean localmente fuertes o severas, con abundante caída de agua, ráfagas y ocasional caída de granizo”, indicó el organismo.
Además, se anunció que en la zona metropolitana hoy el tiempo continuará inestable, con nubosidad variable y vientos leves a moderados del noreste, mientras que por la noche rotarán del este al norte, con temperaturas que oscilarán entre los 17 y los 25 grados. El domingo habrá cielo parcial a totalmente nublado, probabilidad de precipitaciones y vientos del sector norte, mientras que por la noche habrá una mejoría, con temperatura en descenso y vientos del sector sur, con ráfagas.
|
|
|