Los cortes inesperados en el servicio de agua potable que sufrieron en las últimas semanas unos 50.000 vecinos del Gran Mendoza hicieron repuntar las ventas de agua envasada esta temporada.
Por ese motivo las distribuidoras de aguas y sodas en la provincia están trabajando al límite. De allí que algunos de sus clientes hayan notado demoras en el abastecimiento del producto.
El consumo del líquido vital no parece responder a los vaivenes económicos. Marcelo Gil Sánchez, de la sodería La Alianza, calcula que la demanda de agua ha crecido entre 15 y 20% en el último año. “Porque está habiendo problemas con la calidad del agua que brinda Obras Sanitarias en algunos barrios”, explica.
También es cada vez más notable “la concientización de que el agua es buena para la salud”, sostienen los empresarios del sector.
Otro factor decisivo es el “gusto a lavandina” que cada vez más mendocinos prefieren obviar. Recurren tanto al agua envasada –mineral o natural– como a los filtros que se colocan en las canillas de la cocina.
Al mismo tiempo, en la temporada estival todos los años repunta el consumo de agua envasada: “Cuando hace mucho calor se consume todo el agua que es posible, dos días de calor y quedamos en banda”, contó Julio Canet, titular de la sodería que lleva su apellido.
A la par también han subido cerca de 20% los precios del agua envasada comparados con el verano pasado, expone Gil Sánchez.
Diana Córdoba de Rubio, gerente comercial de Di Marco, sostuvo que “hay una tendencia a no aumentar salvajemente los precios”, aunque reconoció que “han aumentado muchísimos los insumos” necesarios para envasar el agua, como también los costos del reparto a domicilio, como combustible, repuestos de automotores y sueldos del personal.
Por otra parte los distribuidores notan que la demanda de soda en la provincia “se ha mantenido constante”. No decae ante el avance del agua sin gas.
Dispenser en la red o bidón?
El consumo de agua en empresas e instituciones públicas está en franco ascenso. Así lo confirman todas las empresas expendedoras de agua consultadas por Diario UNO.
Pero surge una disyuntiva entre la conveniencia del dispenser de agua fría y caliente con botellones incorporados y el mismo servicio que funciona con la red de agua potable.
En cuanto a la salubridad que ofrece uno y otro sistema, Carla Franciosi, de la firma Barmatic, sostiene que “el servicio conectado a la red está garantizado por el EPAS, que controla que el agua llegue a los domicilios en perfectas condiciones para el consumo humano”.
Defensora del producto que ofrece, sentencia que con el otro servicio hay que tener un cuidado extra de higienización “cuando se cambian los botellones. Es agua que está estancada a temperatura ambiente y reciben contaminación a través de las burbujas que ingresan en ellos”, afirma.
Los proveedores del agua embotellada también tienen su argumento. Dicen que los mendocinos han notado que el agua “de la canilla” ha empeorado su calidad.
“La gente ha tomado conciencia de que el agua de la red no es garantida”, sostiene Marcelo Gil Sánchez, de La Alianza. Se trata de una sodería ubicada justamente en Godoy Cruz, donde en un momento el agua corriente salía negra.
Claro que entre los servicios de dispensers de la red y el de botellones también se diferencian en cuanto a precios: “Empresas que hemos incorporado como clientes este año han contratado dispenser a la red con agua fría y caliente ilimitada y servicio con máquinas de café por el mismo valor por el que antes solamente tenían dispenser con bidón”, asegura Franciosi. Es mínima la diferencia de precio entre el agua natural y la mineral que se envasa en origen.
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