La ciudad está surcada por varios arroyos. Agua, cauce y —en casos-- barrancas sumarían belleza a Paraná si no hubiesen sido ganados por la basura, las malezas y por el desagüe de líquidos cloacales. Olores pestilentes, roedores, mosquitos y, en algunos sectores, socavamientos y rebasamientos con las lluvias es lo que padecen algunos barrios asentados cerca de algún arroyo. Desde estas páginas, a través de distintas notas, se ha reflejado la inquietud de vecinos respecto del estado del tramo del arroyo que pasa por el barrio.
Esta vez, el planteo apunta a la situación del arroyo Colorado, en el tramo comprendido entre Avenida Almafuerte y Güiraldes. Desde la Federación de Comunidades Vecinales de Paraná (Fecovepa), una organización que reúne organizaciones barriales, se anotó como uno de los temas prioritarios, planteados por los vecinos en un primer encuentro zonal concretado en el sector este de la ciudad, el saneamiento de los arroyos y la necesidad de combatir los minibasurales que se forman en sus inmediaciones.
Miguel Segovia, titular de la Federación y ex integrante de la comisión de La Delfina; Bernardo Arosteguy, secretario de la Fecovepa y presidente de la vecinal de los barrios Paraná XX, XXI, Jauretche, Iafas y Upcn, y la vicepresidenta Victoria Cabrera, junto a Norma Romero, integrantes ellas de la comisión San Agustín Sudoeste, estuvieron en EL DIARIO para dar detalles sobre el trabajo en ese nuevo ámbito.
INFORME Y PROPUESTA. En la zona este, los vecinos de la Federación encararon un relevamiento del estado del arroyo Colorado, centrándose la tarea en la zona de los barrios Aatra y San Roque, describe Arosteguy. Es que en ese sector –explica-- la diferencia entre la barranca y el cauce llega a los 20 metros. “Es increíble el pozo que se ha hecho ahí, en la zona ubicada entre barrio Aatra y San Roque”, cuenta el vecino y dice que “hay una especie de cascada, donde se ha desbarrancado el terreno” y pararse sobre el barranco “da vértigo”. Las aguas arrastran de todo: chapas, ramas y desechos de distinta índole.
Según se lee en el informe elaborado por los vecinos, en el tramo comprendido entre Almafuerte y 1310 y las calles transversales Monti y Celia Torrá, “existe una canalización a cielo abierto (del arroyo), tiene una baranda de protección”, aunque se advierten riesgos para los peatones, que puedan perder el equilibrio en el sector. En ese tramo –se apunta-- no hay problemas de erosión. Ahora bien, en el sector abarcado por las calles 1310 y 1338 (y transversales Torrá, 1408 y 1405) “ya existe desmoronamiento de los bordes del arroyo con un ensanchamiento importante que afecta la estabilidad de las viviendas” y alerta: “No se puede asegurar que las próximas lluvias no arrastren las casas de los vecinos”. En tanto, “se agrava la situación” a medida que avanza en la zona de calles 1338, El Trébol, Francia, Quinquela Martín y ya en el corazón del barrio Hijos de María, “se observan viviendas muy comprometidas”. Los inconvenientes siguen entre Las Piedras y Güiraldes: “Ahí se ensancha más el arroyo y en consecuencia, los problemas”.
Tras el diagnóstico, los vecinos entienden que se podría solucionar el problema mediante un entubamiento y el tratamiento a cielo abierto, haciendo muros de contención.
OBJETIVOS. Segovia explica que se constituyeron en una Federación con el fin de abordar y dar tratamiento a temas que son de interés en una determinada zona de la ciudad. En ese marco, mencionan obras pendientes, de años. Para ejemplificar, citan el caso de la construcción de un puente sobre calle Francia, a la altura del barrio La Milagrosa. Ese es un proyecto añoso. Al respecto, Arosteguy dice, que según supo, “el Intendente reflotó el proyecto de vieja data que había en el Municipio y está avanzando sobre eso. En esas cuestiones, que creemos que hacen al beneficio de toda una zona, no a alguien en particular, hemos ido avanzando”, añade.
Por último, expresan que “en los arroyos hay que hacer algún trabajo, no se puede seguir así como están”.
Luminarias para dos barrios
Se trata de dos nuevas obras de alumbrado urbano que se realizarán con el sistema de consorcio. Los trabajos se harán en las comisiones vecinales Newbery Oeste y Ciudad de Paraná.
Desde la Comuna se informó que la Dirección de Consorcios, dependiente de la Subsecretaría de Infraestructura, estará a cargo del proceso y que las obras serán afrontadas entre la Municipalidad y los vecinos. En Newbery Oeste se colocarán 6 nuevas luminarias, más precisamente en calle Estación Sosa —entre Profesor Berio Acosta y Avenida José Hernández--. En tanto, en Ciudad de Paraná se realizarán obras de alumbrado urbano en calle Las Tunas --entre Francia y Saucecito-- y en calle Magnasco —entre Francia y Avenida Almafuerte--. Ambas obras suman un total de 16 luminarias.
Casos
Entre los pedidos publicados, relacionados a los arroyos, se pueden mencionar el de cinco vecinales –La Delfina, Antonini, Mitre, Belgrano y Ejército-- para entubar el cauce del Antoñico, entre General Espejo y Avenida Ejército.
También se informó de la solicitud de Quintas al Sur: los vecinos estiman que se terminarían los problemas de acumulación de residuos, el humo de las quemas y la proliferación de roedores con el entubado del Antoñico a la altura de Manuel Gálvez. Antes, se había reclamado desde la vecinal Santa Lucía la limpieza y una solución para el drenaje de líquidos cloacales en el tramo inicial de ese arroyo. También es uno de los temas que ocupa a la vecinal San Agustín Sudoeste. Victoria Cabrera dice que se requiere una solución para el arroyo. Se han reiterado en el tiempo las quejas por La Santiagueña. Para un tramo del arroyo Las Piedras, en barrio Jorge Newbery Este se requería la limpieza del cauce, pues con las lluvias se producían desbordes. En ese sentido, desde la vecinal se informó que en la última lluvia se debieron asistir a los vecinos debido a la creciente del agua. En la tarea, reconocieron la presencia del área de Desarrollo Social Municipal.
Para destacar
Alcance. Los vecinos aclaran que su intención no es “suplantar el trabajo que hace el Municipio, sino tratar de unificar criterios entre las vecinales y tratar de plantearlo ante autoridades municipales y, en el caso de no tener eco, en la Provincia”. Y puntualizan que si bien se encaran obras desde los Estados, “muchas veces no se avanza sobre lo que la gente pide y necesita”.
Reunión. El jueves se realizó la segunda reunión zonal en San Agustín. El punto de encuentro fue la Escuela Casiano Calderón y, según informaron, participaron 18 comisiones vecinales. La Federación reúne a unas 70 vecinales, según aseveraron.
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