Cuando se producen lluvias como las sucedidas en los últimos días, los productores de las colonias adyacentes al distrito de Santo Tomé deben atravesar por una situación particularmente complicada, ante la falta de una canalización adecuada, que derive y distribuya óptimamente el agua de las precipitaciones y evite que el lugar se vuelva fácilmente inundable.
Ante esta situación, El Litoral recorrió la zona y dialogó con los dirigentes Juan Carlos Pierotti (presidente comunal de Colonia San José), Maximiliano Rathge (delegado del Comité de Cuenca de Productores) y Luis Zurverra (presidente del Comité de Cuenca Zona Centro Oeste), para que puedan brindar mayores detalles acerca de la problemática planteada y aporten el punto de vista del sector perjudicado.

Más de dos años de espera
Consultado acerca de cuál es la superficie afectada en Colonia San José por la no realización de los trabajos, Pierotti señaló que unas 3.000 de las 6.000 hectáreas que conforman la jurisdicción “están al rojo vivo” cada vez que llueve y que el lugar “permanece inundado dos o tres días hasta que escurre el agua, ya que no hay un canal al que ésta pueda derivar”. Hay que tener en cuenta, insistió Pierotti, que a la colonia llega el caudal de toda la zona circundante aguas arriba, es decir Franck, Las Tunas, San Jerónimo y Empalme San Carlos. “Cuando se llenan esos lugares, el agua vuelve al bajo natural”, redondeó, a la vez que describió que la pendiente natural del canal desemboca en el arroyo Los Padres y cruza la Ruta 19, derivando en el río Coronda.
Posteriormente, sobre la existencia o no de un proyecto para superar dicho inconveniente, Pierotti explicó: “Se trata de una pendiente natural y un medio desagüe, a los que habría que ampliar, limpiar y profundizar”. Luego, Rathge intervino para remarcar que el canal en cuestión tiene unos 8 kilómetros de longitud, que van siguiendo la pendiente natural, desde el arroyo Malaquías hasta Colonia San José. De igual modo, el ancho del mismo varía, ya que si bien tiene 6 metros en su fase primaria, después se divide en dos tramos de 4 cada uno, con una profundidad que no es mucha -expresó Rathge-, puesto que va por los bajos naturales. Después, aseguró que ninguno de los productores de la zona se opone a ceder parte de sus campos para hacer esa canalización y que se ha logrado un consenso absoluto” al respecto: “Hace tiempo que está aprobada la obra y eso es lo que nos preocupa, porque lo que nosotros estamos pidiendo ahora es celeridad; hace más de dos años que venimos padeciendo esto; desde la última inundación -en 2007- a la fecha, no se hizo nada de nada; ésa es nuestra preocupación, ya que nos tienen con palabras y más palabras”.

“Estamos muy preocupados”
Tras las apreciaciones de Pierotti y Rathge intervino Zurverra, quien se refirió a la reunión que en el mes de agosto los productores tuvieron con el ministro Antonio Ciancio (Agua, Servicios Públicos y Medio Ambiente), tras haber solicitado una audiencia a través del comité de cuenca. “Le pedimos un aceleramiento de la obra para esta zona y le explicamos que los productores estamos muy preocupados por el factor climático, dado el alerta meteorológico y los problemas de lluvias; nos dijo que iba a ver cómo estaba el proyecto y pidió un tiempo para analizarlo; no hay que olvidar que a este canal lo van a hacer entre los dos comités de cuenca, Malaquías y Zona Centro Oeste; nosotros aportamos la maquinaria y el personal para realizar las excavaciones (además de pagar el proyecto) y la provincia tiene que hacer las llamadas obras de artes, es decir los puentes y alcantarillas”, manifestó Zurverra.
A continuación, destacó que el propio ministro los puso en conocimiento de que las obras de artes van a ser incorporadas al presupuesto provincial en 2010, lo que les ha generado cierta decepción. “El presupuesto va a ser llevado ahora a tratamiento, pero sabemos que por lo general “van y vienen’, porque siempre hay una coma o algo para corregir, por lo que, en realidad, no sabemos cuándo lo van aprobar; una vez que se apruebe el proyecto, la provincia tendrá que procurar la financiación para concretar la obra (se habla que sólo las obras de artes costarían $ 11.000.000), mientras que los productores tienen que seguir esperando”, acotó. “Un productor en seis meses sabe si se salva o se funde, así de simple; un agricultor que sembró soja, por ejemplo, si lo “agarró’ la lluvia justo al trillar, le llevó todo, como ya ha ocurrido; con el tambero pasa lo mismo: en seis meses se funde o se acomoda económicamente; los tiempos de los productores no son los mismos que el de los funcionarios, pero seguimos en espera”, prosiguió. “Esperamos una respuesta clara; se está extendiendo el tiempo, pero ya pasaron dos años y no tenemos respuestas”, coincidieron los tres, a modo de conclusión.