EL DATO
La Municipalidad recomendó que se tomen todas las precauciones posibles a la hora de movilizarse y que de no ser absolutamente necesario que no se transite por zonas inundadas dado que todavía pueden haber cables del sistema lumínico cortados o caídos. Lo que es extremadamente peligroso.
Desde las 6 de la mañana del sábado hasta cerca del mediodía, se registró un fuerte temporal de lluvia y viento en la Capital correntina que provocó graves consecuencias. En pocas horas cayeron más de 120 milímetros de agua y el diluvio dejó a las principales arterias de la ciudad intransitables y debieron suspenderse los servicios de transporte. El temporal perjudicó de forma directa a los barrios periféricos que quedaron anegados y cientos de familias debieron ser evacuadas.
Lo peor de la tormenta trascurrió a partir de la 6 y hasta pasadas las 9 de la mañana. En ese corto lapso de tiempo, la intensidad de las precipitaciones dio lugar a la caída de unos 96 milímetros de agua generando el total colapso del sistema de desagües y que innumerables calles quedaran bajo agua.
La situación hizo que resulte imposible movilizarse. Por un lado, el servicio de transporte público de pasajeros debió ser suspendido para evitar que el oleaje que provoca la circulación de las unidades de gran porte no contribuya al ingreso de agua a las viviendas particulares, y de manera paulatina se fue normalizado en horas de la tarde. Aunque en algunas zonas fueron modificados los recorridos de ciertas líneas de colectivo por la misma razón. Asimismo, la Comuna resolvió que el servicio de recolección de residuos también sea interrumpido por el complicado panorama imperante.
La paralización de la ciudad fue prácticamente total al considerar que tampoco fue posible conseguir un remis disponible y gran cantidad de conductores se vieron sorprendidos por el temporal y quedaron varados por lo alto del nivel que alcanzó el agua en avenidas neurálgicas como 3 de Abril, Chacabuco, Teniente Ibáñez y Cazadores Correntinos.
Otro de los inconvenientes provocados por la tormenta tuvo que ver con la caída de un centenar de árboles, como así también unos 30 postes del servicio de alumbrado, telefonía y televisión por cable. La combinación de cables desprendidos por la intensidad del viento y desperdigados cerca de las casas de familia resultó un gran peligro durante toda la jornada, y para prevenir cualquier tragedia, se dejó sin energía eléctrica a los barrios anegados.
Lo cierto es que, una vez que el agua comenzó a escurrirse de forma lenta pero progresiva y las calles volvieron a ser transitables, el esfuerzo de las autoridades municipales y provinciales se centraron en asistir a las miles de familias que por el intensidad del temporal perdieron todas sus pertenencias, la vivienda quedó rodeada por el agua y debieron ser reubicadas en media docena de centros de evacuación.
Cabe indicar que los barrios más afectados por lo feroz de la tormenta fueron el Costa Esperanza, Ponce, Alta Gracia, San Roque Oeste, Pujol, Sapucay, Cremonte, Bañado Sur, Arazaty y la Olla. En este último asentamiento se ubica el grueso de los evacuados, donde ascienden a más de 1000. Con el temporal, se registró además una cola de tornado que dejó sin techo a varias viviendas de los barrios Parque Cadenas y Ciudades Correntinas.
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