Después de la medianoche, la lluvia inundó varios sectores. En San Miguel y Venezuela el agua ingresó a las viviendas. Autos y colectivos quedaron varados en la Aconquija y en la Mate de Luna.
En minutos, Aida Chaile, de 47 años, vio como el agua invadió su casa. Junto con sus hijas logró escapar hasta la esquina de San Miguel y Venezuela, casi nadando. Desde allí se comunicó con LA GACETA para contar la angustia que estaba viviendo. "Tengo más de un metro de agua dentro de mi casa", relató la mujer vía telefónica.
Como Chaile, muchos tucumanos fueron sorprendidos por la enorme cantidad de agua que cayó sobre la capital y Yerba Buena, después de la medianoche. Aparentemente, los servicios de emergencia también se vieron sorprendidos. Según señaló Chaile, llamó a Defensa Civil y a la Policía, pero no la atendieron. Mientras que sí logró comunicarse con los Bomberos, quienes prometieron socorrerla. Esta madrugada, LA GACETA intentó comunicarse telefónicamente con Defensa Civil, pero tampoco obtuvo respuesta.
Quienes también fueron sorprendidos por la fuerte tormenta que se abatió sobre la ciudad, fueron los automovilistas y colectivos que transitaban por la avenida Aconquija y la Mate de Luna. Muchos tucumanos regresaban a sus casas, luego de un día de paseo por los shopping, pero se encontraron con que ambas arterias se habían convertido en inmensos ríos. Muchos automovilistas no se animaron a seguir y las estaciones de servicio y los drugstores, ubicados sobre las avenidas, se transformaron en un puerto donde quedaron varados hasta que amainara la tormenta.
Vecinos de Francisco de Aguirre al 3.500 también se comunicaron con el diario para informar que en esa zona se inundaron como consecuencia de la gran cantidad de agua caída. |
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