La extraña presencia de manchas blancas en la piel de pobladores ribereños está generando preocupación en una comunidad que consume desde hace años agua del río Dulce. A 8 kilómetros de Las Termas, más de 70 familias de las localidades de El Churqui y Las Tinajas sostienen que el consumo directo del agua del río es la causa de distintas afecciones en la salud, tanto en niños como en adultos.
EL LIBERAL realizó un itinerario por estos parajes ubicados a metros de la costa del Dulce. Por el camino de La Costa, desde Las Tinajas hasta Lescano, los vecinos emplean el agua del río no sólo para saciar su sed, sino también para lavar sus prendas, higienizarse y dar de beber a sus animales.
Vecinos de 60 años como don Julián Ovejero confesaron que desde niños consumen directamente agua del río, de la misma forma que hoy lo hacen las nuevas generaciones, aunque sostiene que desde hace algunos años notó que el gusto del agua cambió y su principal sospecha apunta a la contaminación de las industrias tucumanas.
“Ya no se puede tomar el agua del río, por la contaminación, pero no nos queda otra opción. Ahora tiene un gusto a podrido que les causa diarrea a los niños y manchas en la piel. Yo tomaba uno o dos jarros y ahora es imposible, los chicos cuando están con colitis van directamente al hospital”, manifestó Marcelo Ovejero, poblador de Las Tinajas.
En las familias de El Churqui diariamente se repite la actividad de trasladarse en zorras hasta la orilla y cargar agua en tambores plásticos de 200 litros. De regreso, son descargados en aljibes de ladrillo y cemento que están expuestos al aire libre, de donde extraen agua para el consumo cotidiano.
El paraje es conocido por las bondades naturales que dio siempre el río en la actividad pesquera. Pero ahora esta práctica mermó dada las condiciones del río Dulce con el bajo caudal de agua y el olor nauseabundo.
Los recursos del río Dulce siempre fueron aprovechados por los pobladores de El Churqui mediante la extracción de ripio y arena para comercializarlos en Las Termas. La pesca es la principal opción para alimentar a las familias y sus animales equinos o vacunos toman la misma agua que los habitantes del pueblo.
La extraña presencia de manchas blancas circulares en tobillos, piernas y manos de niños y adultos causó preocupación en la población y que se repiten con gran similitud en los integrantes de distintas familias del pueblo.
“Primero es como una picazón que te agarra, después te aparece un sarpullido y con el tiempo salen esas manchas blancas. Nosotros estamos siempre en contacto con el río: las mujeres lavamos la ropa y con estos calores los niños viven prácticamente en el río o van a pescar”, contó Amalia Rojas de Ovejero, pobladora de El Churqui mientras exhibía las manchas en sus antebrazos.
“Encima no llueve casi nada y el río no se limpia –agregó- el agua está podrida porque cuando la sacamos del río se carga ese enlame barroso que no sabemos qué tiene, a los animales vacunos les falta el aire cuando toman el agua y ya nos cansamos de ver los pescados muertos que pasan por acá”.
Los pobladores indicaron que en el pueblo existe la perforación de un pozo para obtener agua de las napas subterráneas. Pero, según indicaron, requieren de una bomba eléctrica elevadora y de un taque para la etapa final de la obra.
Intervención oficial
La Defensoría pedirá informes
El defensor del Pueblo de la provincia, Dr. Martín Díaz Achával, dijo que hoy mismo solicitará informes al Hospital Zonal de Las Termas sobre las patologías que presentan los pacientes que ingresan de los parajes El Churqui y Las Tinajas.
El propósito es determinar si las diarreas y las erupciones en la piel de los pobladores tienen relación con la contaminación del río Dulce, de donde los pobladores extraen el agua para consumo e higiene.
“De confirmarse las sospechas, sería la primera vez que existan casos de personas directamente afectadas en su salud por contaminación. Hasta ahora la contaminación principal era orgánica, de vinaza y cachaza de los ingenios azucareros en Tucumán, productos que no producen efectos dañinos en caso de ser ingeridos, pero quitan el oxígeno del agua y esto también tiene sus consecuencias”, dijo a EL LIBERAL.
Las últimas acciones judiciales de la Defensoría del Pueblo de la provincia tienen que ver con el ingenio Trinidad, que tuvo una sentencia judicial favorable al organismo que encabeza Díaz Achával, por el cual se le dio como plazo hasta marzo de 2011 para el que cese la contaminación, ya que se comprobó que tiraban a los cauces que desembocan en el río Dulce desechos sin tratamiento. |
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