En tanto el río Uruguay se mantenía ayer estable en los 15 metros frente al puerto de Salto, el embalse de Salto Grande seguía en descenso debido a que los técnicos de la Comisión Técnica Mixta (CTM) estaban evacuando, aguas abajo, un volumen levemente superior a la masa hídrica que ingresa al espejo de agua.
Al no haberse registrado precipitaciones pluviales en la cuenca inmediata, se estimaba, ayer, que no habría variantes en los próximos días.
Según la información proporcionada a LA REPUBLICA por la División Hidrología de Salto Grande, el caudal evacuado es de 25.500 metros cúbicos por segundo, en tanto que el aporte procedente de las cuencas media y alta del río Uruguay es de 24.819 metros cúbicos por segundo.
Ello ha posibilitado que el embalse disminuya su cota a los 36,24 metros, y que se espera que se sitúe por debajo de los 36 metros. Atento a dicho informe, la corriente fluvial fronteriza estabilizará en un nivel de 15 metros frente al puerto de Salto.
No se han ocasionado más evacuaciones pues todos los salteños cuyas moradas se levantan en el orden de los 15,30 metros ya han salido de sus casas, incluso algunos a quienes aún no les llegó el agua, pero que, en previsión, han desalojado sus viviendas.
El intendente de Salto, Ramón Fonticiella aseguró a LA REPUBLICA que "el río se mantendría en el eje de los 15 metros, así que no habría necesidad de nuevas evacuaciones, eso es con los datos que tenemos hoy. Nada indicaría que hubiera modificaciones, ni de que suba ni de que baje".
"Dice CTM que hasta el viernes el río se mantendría igual, centímetros más, centímetros menos, para después sí recién empezar a bajar", agregó.
"Tenemos que hacer un alerta más, tenemos que comprometernos para el día después, que es más grave que la inundación en sí, el retorno que tiene que ver en cómo clasificamos las donaciones para ser repartidas, tenemos que diseñar el plan retorno, hay lugares a los cuales no se va a volver".
Indicó que había dicho "a algunos de los inundados que no los vamos a dejar solos, no le vamos a hacer rascacielos, pero sí los vamos a atender muy bien".

Tregua en Paysandú
La jornada de ayer amaneció soleada en Paysandú, lo que sugería una tregua a la afligida situación en la que se encontraban en ese momento 2.109 evacuados. Sin embargo, llegaron los anuncios de que el tiempo empeoraría, que el Sol no seguiría brillando, mientras las señales de la tormenta amenazaban desde el sur.
Entonces se dio a conocer la tan temida alerta naranja, por lo que las perspectivas de que el río (8,45 metros ayer), siguiera bajando, se esfumaron.
La solidaridad continuaba y es bien recibida por las familias de los refugiados, también por aquellos que, si bien se autoevacuaron y están en casas particulares, igual pasan necesidades. Para ellos también hay ayuda. Sólo tienen que hacer conocer su situación.
De los 2.109 evacuados, 510 son niños y adolescentes que son diariamente entretenidos por varios voluntarios que los acompañan en el estadio cerrado, uno de los lugares que cuenta con más personas en esta inundación. Allí, los menores juegan a la pelota, saltan a la cuerda, arman algún partido de fútbol y se recrean con otros tipos de juegos supervisados por los voluntarios scouts.

Río Negro estable
El río Negro frente a Mercedes y Villa Soriano se mantuvo estable este fin de semana, dominado por el intenso calor y la humedad reinante, que hizo que la sensación térmica subiera significativamente.
Frente a Mercedes, la altura del río se ha mantenido en los 6,60 metros, y en Villa Soriano 3,50, manteniéndose también la cantidad de evacuados, 199 personas (99 mayores y 100 menores) que vienen recibiendo asistencia del Comité Departamental de Emergencias.
Este domingo, donde los ciudadanos debieron concurrir a los distintos circuitos de votación, en las diferentes calles de Mercedes se registró un constante tránsito que, inevitablemente, bajaba hacia la rambla costanera a observar la creciente, y donde numerosos niños, y no tan niños, pese a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, se bañaban en sus aguas sobre los canteros de las plazoletas todavía anegadas.