Salto y Paysandú tienen la misma cantidad de evacuados y la emergencia se vuelve crítica. Para hoy se esperan más lluvias. La pesadilla no termina para el litoral oeste y el Norte.
El rápido avance del río hizo que ayer fuera uno de los días más dramáticos para los sanduceros afectados por la creciente, definida ahora como uno de los registros más altos de los últimos años. La situación de crisis y emergencia se vivió con intensidad desde la mañana. En las primeras ocho horas, 23 familias ya habían solicitado asistencia al Comité de Emergencia para evacuarse y otro centenar de personas se habían registrado como autoevacuados. Para las cinco de la tarde la cifra total de evacuados trepaba a 2.791, mientras el río se situaba en los 8,85 metros y continuaba creciendo entre 1 y 2 centímetros por hora.
El entorno de la plaza Artigas, a punto de ser alcanzada por el agua por calle Florida, y al sur de Avenida Brasil, fueron ayer las áreas más urgidas por el avance del río.
Camiones de mudanza y vecinos levantando muros de contención frente a las aberturas de sus casas era la postal más repetida. Más desafiantes, otros aguardaban que el agua estuviera en la puerta, para decidir qué hacer.
Al intenso trabajo de atención al público, al Comité de Emergencia se le sumaron otras dificultades. Las escuelas 1 y 3 de la zona portuaria debieron ayer finalmente abandonar su local y trasladarse al Jardín N° 91, la UTE debió reforzar las cuadrillas encargadas de cortar el suministro de energía eléctrica en las viviendas anegadas y los técnicos de OSE estudiaban otro punto para desagotar las barométricas, imposible ahora en la zona habitual de la costa, al sur de la ciudad. Un inconveniente en la red sanitaria hizo temer por el colector industrial, pero finalmente sólo se trató de un problema en desagües pluviales, que fue subsanado.
Aunque aún no ha sido necesario ocuparlos también se definieron tres nuevos locales para realojos: el gimnasio del barrio Paycap, el liceo 1 y los galpones de una empresa privada. Además, la demanda de carpas y baños químicos de quienes prefieren acampar por su cuenta, hizo que las autoridades definieran suspender la ayuda a nuevos campamentos. "Vamos a seguir asistiendo a quienes ya estaban instalados, pero no podemos abastecer nuevos campamentos, porque no tenemos la capacidad, se dispersan los recursos y se vuelven ineficientes, les ofrecemos nuestras instalaciones", dijo a El País, el intendente Julio Pintos.
Pero son muchos quienes se resisten a convivir con extraños "quien sabe por cuánto tiempo" y a dejar sus pertenencias "sin ninguna garantía" en un galpón municipal. Son definiciones de un vecino que tiene su vivienda en Presidente Viera y 25 de Mayo. El agua lo sacó de su casa hace ya seis días, pero decidió quedarse a vivir con su esposa y sus pertenencias en la caja de en un camión, tres cuadras más arriba. Está convencido de que si, tal como se lo ofreció la intendencia, guarda sus "cosas en el `corralón`, no tengo garantías de recuperarlas después".
También le preocupa haber dejado de trabajar. Es mecánico y trabaja por su cuenta; el taller quedó bajo agua. "Ya nos estamos haciendo la idea de pasar las fiestas acá", dijo resignado.
Pero también es riesgoso por los robos, dejar las pertenencias en las viviendas, por lo que muchos optan por quedarse dentro. Es el caso de un grupo de vecinos de la zona de Sarandí y Paz. Con los pies en el agua y bolsas de arena contra la puerta de sus casas -para retener y filtrar el agua que pueda ingresar- conversan entre ellos y aseguran que no se van. Tienen espacio en las partes altas de sus viviendas para permanecer y vigilarlas de cerca.
Por la misma razón, varios residentes de la cercana zona portuaria siguen viviendo en sus hogares.
EN SALTO. El río se mantuvo estacionado en 15,75 metros ayer y el número de evacuados suma 2.700, entre ellos 1.200 menores de edad, según cifras brindadas por el Comité Departamental de Emergencias. El buen tiempo y pronósticos sin lluvias por lo menos hasta el fin de semana llevaron un poco más de tranquilidad a otras decenas de familias a las que las aguas les golpean la puerta.
Las autoridades aconsejan mantener atención a los informes diarios de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande sobre los niveles de crecida.
Aun con el agua en el interior de sus viviendas, muchos propietarios permanecen en las inmediaciones para vigilarlas y hasta depositan sus pertenencias encima de los techos con la esperanza de una pronta bajante. "Si no hacemos así vienen en chalanas y nos llevan hasta las ventanas, más vale mojarse un poco y dormir tocando el agua que perder lo que tanto nos costó", dijo un vecino de las viviendas del PIAI de Salto Nuevo, rodeadas por la creciente.
Secuelas. El temporal del domingo pasado se manifestó con particular crudeza en Tacuarembó. En Paso de los Toros hay más de 80 evacuados, pero además de este problema los daños por el temporal del domingo fueron severos. Tras la reunión del Comité de Emergencias de Tacuarembó se concluyó que cayeron más de 3.000 árboles en el departamento, 230 en la ruta 26 rumbo a Ansina.
Además, 45 viviendas sufrieron daños parciales y varios galpones y columnas de UTE fueron afectados.
En Mercedes y Villa Soriano la situación permanece incambiada, con 200 personas evacuadas por la creciente del río Negro. Artigas y Cerro Largo, los otros dos departamentos afectados, tampoco experimentaron cambios. En la ciudad artiguense que llegó a tener 2.000 evacuados se mantienen 40 personas en esta situación y 268 en Bella Unión. Según el último reporte del Sistema Nacional de Emergencias el número total de evacuados volvió a aumentar ayer a 6.026 personas, lo que se debió, sobre todo, al incremento de desalojados por la creciente en Paysandú. El de hoy puede ser un día crítico, con pronóstico de nuevas y copiosas lluvias.
Ayer, al caer la noche, una intensa tormenta eléctrica dio paso a una monumental granizada en Fray Bentos, que dejó las calles tapizadas de blanco. (Producción: R. Rossello, José Esteves, Freddy Fernández)
Las cifras
6.026 es la cantidad de evacuados en los siete departamentos afectados. Salto y Paysandú tienen más de 2.600 cada uno.
15,75 metros es la altura del río Uruguay frente a la ciudad de Salto, en el lago de la represa la cota alcanzó ayer los 36,40 metros.
El clima no dará descanso
MÁS LLUVIAS. Meteorología emitió un llamado de atención (código amarillo) para hoy por lluvias abundantes en el Norte y Litoral Oeste del país. Para el centro y Sur del país también se prevén lluvias.
PERSPECTIVAS. Un estudio de la Dirección Nacional de Meteorología para la primavera y verano 2009-2010 maneja la prolongación de un cuadro de gran inestabilidad, con lluvias muy abundantes para esta temporada. En particular para el trimestre noviembre, diciembre y enero "se esperan precipitaciones por encima de lo normal en particular sobre el Norte del país (departamentos de Artigas, Salto, Paysandú, Tacuarembó y Rivera)".
REGIÓN. Un estudio del Instituto Nacional de Meteorología de Brasil, sobre las lluvias en el sur del vecino país, estableció que la ciudad de Porto Alegre tuvo el mes más lluvioso de los últimos 100 años, desde que hay registros.
Unicef envió un equipo al litoral
"Es una situación bastante grave, sobre todo para Salto y Paysandú, es muy probable que se prolongue la situación de evacuación y también que aumente el número de evacuados en estos días". Esas fueron las primeras impresiones del médico Álvaro Arroyo, especializado en situaciones de emergencias y miembro del equipo de Unicef que viajó ayer a los dos departamentos más afectados por inundaciones.
De todos modos, el especialista de Unicef observó que las medidas adoptadas tanto por las autoridades locales como nacionales son buenas y que la crisis está de momento bien contenida.
"Lo que preocupa y lo que se está vigilando, por Salud Pública y por las autoridades departamentales de Salud, es la ocurrencia de brotes epidémicos, en particular casos de diarrea que hasta el momento no se han constatado más que en forma esporádica", explicó Arroyo. El enviado de Unicef indicó también que el otro riesgo que se avizora es el del dengue, "pero también en esto vemos que hay mucho control".
Mediante la campaña de donaciones a través de tres líneas telefónicas Unicef ya comenzó a hacer llegar ayuda para los niños. Repelentes para mosquitos, calzado para niños, pañales y juegos comienzan a ser entregados. Fuentes del organismo señalaron que, sólo entre sábado, domingo y lunes pasado recibieron 1.700 llamadas por colaboraciones.
|
|
|