Numerosos reclamos se registraron ayer por la mañana en la Dirección de Obras Sanitarias de la Municipalidad de Paraná por malos olores en la red de agua potable.
El inconveniente, según las denuncias, se dieron en sectores abastecidos por la planta potabilizadora del Cristo Redentor. Así, se fue expandiendo desde esa zona hasta lugares como Santa Lucía, Ramírez Sur, y llegó al centro y lugares extremos como el Parque Urquiza y el Kilómetro 5 y 1/2, y el oeste de la capital provincial.
Según se informó de modo oficial ayer, tal situación “habría sido producida por una bomba impulsora” de la toma de agua, que “generó malos olores en la red de agua potable de una amplia zona”.
En principio, desde la repartición se aconsejó “dejar correr el agua corriente para eliminar el problema”, al tiempo que se descartó la presencia de líquidos cloacales en el sistema.
Carlos Morandín, director de Operaciones Técnicas, explicó que en estos momentos “se realizó el purgamiento de la cañería para solucionar rápidamente el problema”, originado en los alrededores de la planta de Ramírez (en la zona del Cristo Redentor).
Muestras. Desde la mañana se realizaron análisis del agua en distintos puntos, incluso en la toma en el río, para ir descartando posibilidades.
“En cada estudio se determinó que el nivel de cloro era el adecuado”, se indicó, al igual que se descartó la presencia de líquidos cloacales.
“La red que está totalmente presurizada, por lo que es imposible que se filtren efluentes desde el sistema cloacal” aclaró Morandín.
Según indicó el funcionario, de los distintos relevamientos surge que una bomba impulsora, que había estado descompuesta y se incorporó en las últimas horas, podría ser la causante del problema. “No se detectaron anomalías” en los análisis que se realizaron en diversos puntos de la red de agua potable.
Zonas abastecidas por la vieja planta
“Hicimos más de 30 muestras en vecinos que realizaron denuncias a Obras Sanitarias y detectamos que estaba en condiciones de potabilidad, sin problema de cantidad de cloro ni nivel de turbiedad, pero con olor”, indicó a UNO Juan José Moreno, subsecretario de Saneamiento de la Municipalidad de Paraná.
El funcionario aclaró que por la noche, el inconveniente había prácticamente desaparecido, teniendo en cuenta que no hubo más reclamos de los vecinos.
“Tomamos muestra de los decantadores y del río. E hicimos un cultivo que nos permitirá en 48 horas aproximarnos al origen del mal olor”, apuntó.
El funcionario estimó que el mal olor en las cañerías se originó en una vieja bomba impulsora desde la toma de agua, que se reactivó luego de tres semanas para abastecer a la planta del Cristo Redentor.
dato
El Sindicato del Personal de Obras Sanitarias de Entre Ríos manifestó su preocupación por la situación denunciada por los vecinos. Su secretario general, Rubén Palacio, instó a que se realicen todos los estudios pertinentes para llevar tranquilidad a la población. Y confió en la idoneidad y capacidad profesional de los trabajadores sanitarios.
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