Un relevamiento detectó el brote de líquidos cloacales en al menos cinco lugares distintos de la ciudad de Córdoba, algunos de los cuales persisten desde hace días y hasta meses.
En la jornada de ayer, el brote más caudaloso se encontraba en las esquinas de Nazaret y Fray Diego Morcillo, en barrio Escobar, donde colapsó una cloaca que generó un arroyo de aguas servidas. "Esto comenzó el sábado pasado y todavía no vienen a solucionarlo, yo tengo cuatro chicos y no pueden estar en la calle por el mal olor", se quejó ayer la vecina Andrea González, cuya residencia esta justo en esa esquina.
El curso de aguas servidas recorría con fuerza unos 300 metros y se escurría en una boca de tormenta en la entrada del complejo Casonas del Norte, donde viven 165 familias, según informó su administrador, Joaquín Pilati, quien dijo que allí debían soportar el mal olor tanto en el ingreso como el que queda en las cubiertas de los autos, ya que se formó una laguna.
Otro brote de líquidos cloacales que preocupa a los vecinos y automovilistas que circulan por el sector es el que se encuentra en avenida Fuerza Aérea y Domuyo, en barrio Rosedal. Luis Alberto Moreno, propietario de una casa de lubricantes ubicada al frente de ese lugar, dice que a la siesta el olor es insoportable y que, por las noches percibe los aromas desde su casa, ubicada a dos cuadras del lugar. "El que se va a fundir es el choripanero que tiene su puesto autorizado justo al frente", se preocupó Jorge Daniel Darroni, otro comerciante del sector, quien dice que el pozo que se formó allí "es muy peligroso para los motociclistas" y "destruye varias cubiertas a diario".
Sector crítico. Durante la mañana de ayer, la avenida Juan B. Justo tuvo varias cuadras anegadas con aguas servidas. El principal brote estaba en Juan B.Justo y pasaje Pacheco, donde hay otra boca de cloacas que colapsa. Alejandra Tobares, encargada de un negocio de colchones de esa esquina, indicó que "los brotes comenzaron el fin de semana y por momentos fueron muy intensos y con un olor insoportable". A pocas cuadras de allí, en avenida Capdevila 51, hay otra tapa con desbordes."El problema es de hace mucho, acá vienen, arreglan y enseguida vuelven a brotar los líquidos", contó Susana Mari, cuya vivienda está justo al frente de esa boca, y se quejó: "Acá ya no se puede abrir una ventana ni salir al patio, es insoportable".
Otro sector donde los vecinos sufrieron por el olor y los comerciantes la falta de ventas está a metros del centro, en el triángulo formado entre San Luis, Cañada y Ayacucho. "Estuvimos unos 10 días con una laguna de aguas servidas hasta hoy (por ayer) cuando vinieron a destapar", informó el odontólogo Rodolfo Lavise, que tiene un consultorio en el lugar.
Puntos de vista
Roberto Oyola / Guardia del complejo Casonas del Norte, sobre calle Nazaret.
"Nos cansamos de llamar al (0351) 433-9108 interno 9350 desde que comenzaron a brotar las aguas servidas, hasta que nos contestaron el lunes y nos dijeron que venían enseguida, pero todavía los estamos esperando".
Jorge Darroni / Propietario de una casa de repuestos en Ruta 20 y Domuyo.
"Además del olor que produce ese pozo donde brotan aguas servidas, el problema es la cantidad de cubiertas que destruye. Hoy ya hubo cinco reventones. Los vecinos señalamos, pero se lo agarran igual".
Marta Agüero / Comerciante de artículos de limpieza en Ayacucho y Cañada.
"Estuve casi 20 días sin poder atender porque el olor del agua de cloaca era insoportable. El sábado pasado sólo vendí un peso. Recién hoy arreglaron, pero seguro que enseguida tendremos otro problema".
Los riesgos para la salud
Gastroenteritis y diarrea. El médico clínico Carlos Presman informó que los líquidos cloacales expuestos, además del mal olor, generan riesgos de enfermedades como gastroenteritis y diarreas.
Prevención. "En todos los casos, el contagio se va a producir por vía oral, y lo más común es cuando los chicos juegan, tocan el agua y se llevan las manos a la boca, por lo que hay que evitar que se acerquen a esos lugares o lavarles bien las manos en casos de duda", dice Presman. Otros puntos de contacto peligrosos son el calzado y la ropa.
Lo que recomiendan sanitaristas. "Las grandes ciudades del mundo terminaron con las epidemias cuando lograron separar el agua para beber del agua servida. Por eso, las cloacas son la mejor ayuda sanitaria, pero deben funcionar bien", dice Presman.
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