Si bien el porcentaje de 80 milímetros alcanzado el lunes, trajo algunos inconvenientes, pero se pudo observar que mediante la canalización que se llevaba a cabo en la zona de acceso a la ciudad sobre ruta 11, trajo un poco más de alivio para los pobladores del lugar porque las aguas escurrieron rápidamente.
También en los municipios de Fontana, Puerto, Barranqueras y Puerto Vilelas presentaban otro panorama ante el soleado día de ayer que permitió realizar las tareas normalmente aunque persiste en la población sobre nuevas precipitaciones ante una agobiante humedad persistente.
Relevamiento de APA
El vocal de la Administración Provincial del Agua (APA), Gustavo D’Alessandro, junto con el ingeniero Omar Navarro y su equipo técnico realizaron un relevamiento personal y directo de las obras que se están realizando para dar respuesta a las graves necesidades generadas en los habitantes de los distintos barrios, ante la falta de escurrimiento natural de las aguas, con motivo del imprevisto fenómeno climatológico que azota a toda la provincia y en particular al Gran Resistencia.
En este contexto el vocal, corroboró el correcto trabajo de las bombas móviles ubicadas en el barrio Querini, que ayudan al escurrimiento de las aguas provenientes de la laguna San Javier y El Sapito, hacia el río Negro. En la misma zona se verificó el correcto desagüe de la alcantarilla ubicada sobre avenida 25 de Mayo al 3.000, donde se realizaron tareas de mantenimiento.
La laguna de Villa Allín se encuentra controlada en su escurrimiento a través de la alcantarilla y, una vez terminadas las obras, reforzarán la estación de bombeo número uno. La alcantarilla del Arazá y calle Güemes está digitada para realizar tareas de limpieza y así liberar también la zona sur-oeste de Fontana. Al mismo tiempo, El riacho Arazá -que desemboca en el barrio Jorge Newbery- y el canal de ruta 11 están siendo saneados por máquinas retroexcavadoras para liberar la zona de influencia, por momentos saturada, ante las fuertes precipitaciones padecidas en la zona.
Sameep continúa
la atención
La empresa Sameep continúa brindando su colaboración en lo que respecta a apertura y limpieza de desagües pluviales con el objetivo de aliviar la situación que atraviesan muchas familias del Gran Resistencia afectadas por las lluvias registradas en los últimos días.
En este sentido, también se han colocado estaciones de bombeo en los barrios Mosconi de La Escondida, La Loma en Barranqueras, mientras que en la ciudad capital se concretó similar tarea en los barrios Autódromo, La Isla, Villa Avalos, El Bolsón y Carpincho Macho.
Las acciones
desde el municipio
Nuevamente la lluvia del lunes trajo complicaciones a Resistencia, con precipitaciones de menor intensidad a las anteriores, con 80 milímetros en algunos sectores, que sin embargo generaron anegamientos porque el sistema de desagües y la capacidad del suelo están saturados por los más de 400 milímetros de agua caída en pocos días. El municipio entregó más de 14.000 bolsas de arena a los vecinos.
La Municipalidad de Resistencia trabajó en forma intensa en el monitoreo y desobstrucción de taponamientos en numerosos sectores y en la atención de reclamos de los vecinos que sufren las consecuencias de la emergencia hídrica por las recurrentes precipitaciones.
Entre los barrios con mayores complicaciones en la jornada están Villa Gonzalito, Atlántico Sur, Palermo II y Mariano Moreno, entre otros, ya que el sistema de desagües funcionó exigido, no permitiendo el escurrimiento de los líquidos pluviales a la velocidad esperada.
En Barranqueras
Villa Forestación y María Cristina son dos de los lugares críticos, donde se encuentran funcionando el sistema de bombeo allí instalado que depende de la APA. Asimismo el organismo se comprometio a reforzar las estaciones de bombeo de los barrios Maria Cristina y Mujeres Argentinas debido a que las intensas lluvias provocaron la crecida de la laguna Concepcion afectando a varias barrios que la rodean.
Desde el municipio se gestiono una maquina maritica sobre flotante para la limpieza total del canal de Malvina Sur. El personal de Obras Publicas realiza trabajos de mantenimeinto y limpieza constante de los canales y el zanjeo en distintos barrios.
La asistencia a las familias evacuadas es coordinada con el Ministerio de Desarrollo Social de provincia, en todo lo que respecta a recursos.
Asimismo, se hizo público el reconocimiento por la colaboracion de todos los organismos del Estado provincial en especial a Sameep que rápidamente trabajó en forma conjunta con el municipio.
En Puerto Vilelas
También en la localidad costera se trabaja intensamente en la recuperación por parte de los vecinos de sus viviendas anegadas por las últimas lluvias, aunque algunas todavía tienen agua, pero confían en que en breve podrán retornar a las mismas. En tanto, desde el municipio se brinda toda la ayuda posible a través del área Desarrollo Social a algunas personas que todavía se encuentran evacuadas.
La gran tarea pendiente en el área metropolitana
La serie de tormentas que pusieron en jaque a la comunidad metropolitana de la capital del Chaco, deben dejar la moraleja urgente de la necesidad de coordinar en modo eficiente las acciones de los organismos públicos y de la misma sociedad para mejorar la defensa de la ciudad y su gente ante las adversidades del clima.
Luego de la faz aguda de crisis y ante los pronósticos de rango extendido que auguran más lluvias en todo diciembre y también enero, la tarea de recuperación y ajuste se hace impostergable y de hecho debe tener continuidad inmediata a las tareas de la emergencia.
Las lluvias volvieron a encontrar la infraestructura desatendida y a las estructuras operativas desatentas a los pronósticos, y esta es una realidad que compete tanto al nivel municipal como al provincial.
La falta de previsión tuvo en el Barrio 117 Viviendas del Autódromo, un ejemplo de imprevisión y falta de coordinación. “Encontramos un canal abierto que trajo el agua que naturalmente va al arroyo Ojeda” comentó el presidente del Instituto de la Vivienda, José Valentín Benítez para dar cuenta del la causa de que el barrio entero se haya inundado. Lo que no dijo, es que el mentado canal que “apareció” en el lugar para desgracia del barrio, había sido construido solo unos días antes, y con el único objetivo de formar una barrera que impidiera el paso de vehículos y personas al autódromo sin pagar entrada.
En materia de inversión pública, quedó claro todo lo pendiente para un manejo estructural eficaz de los ciclos de lluvias extraordinarios frecuentes. Pero también quedó clara la necesidad de no seguir permitiendo asentamientos en lugares no aptos y terminar con la historia mil veces repetida de permisivos avances de ocupantes de lugares anegables, que luego hay que salir corriendo a socorrer.
Sentido común ausente
La larga lista de experiencias recogidas en el fragor de la emergencia, hay desde bombas rotas, tableros inutilizados, errores de manejo de los equipos, falta de mantenimiento de desagües y canales, superposición de tareas en algunas zonas con abandono de otras, obras realizadas sin autorización y otras pendientes.
Todo esto con el tenso telón de fondo de una obstinada disputa mediática, que expuso patéticamente a los responsables acusándose mutuamente en ves de concentrarse en tareas coordinadas.
Un elemental sentido común propone trabajar sobre las áreas que hicieron evidente su vulnerabilidad, pero con políticas integrales que contemplen inversión y también la liberación urbana de al menos los puntos más críticos del valle de inundaciones normales.
La experiencia internacional y un elemental racionalismo, señalan hoy que se deben liberar de ocupación residencia los valles de inundación, o asumir la condición del lugar, limitando el uso, obligando a la construcción de viviendas palafíticas.
Las obras pendientes, las tareas permanentes, la planificación integral y la prevención para la ocupación del suelo y su uso, son algunas de las moralejas más evidentes de la crisis, a la que se suma la necesidad de terminar con las peleas mediáticas de los funcionarios en base a un criterio de oportunismo clientelista, que debe ser cambiado por una madura y profesional actitud de servicio.
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