La intendenta de Villa Paranacito, Carmen Toller, advirtió que se está acumulando agua podrida que arrastra la creciente, provocando inconvenientes en el suministro de agua potable a los habitantes. En ese marco, la Dirección de Epidemiología realiza controles para saber si las pastillas potabilizadoras permiten controlar la presencia de bacterias. En tanto, trabajadores municipales e integrantes del Ejército fabrican casas precarias para albergar a los afectados por la inundación.
Toller informó que, pese a la fuerte tormenta que asola la región, un equipo de Epidemiología se trasladó hasta Villa Paranacito a fin de analizar el agua en estado de putrefacción que se acumula allí, tras ser arrastrada por la creciente.
“Tenemos una situación gravísima: el agua está en estado de putrefacción, eutroficada es el término científico, porque arrastra residuales, barro y pasto en estado de descomposición y eso provoca la falta de oxígeno, lo que ocasiona que se mueran los peces. La gente está con diarrea”, describió en diálogo con APF.
Y agregó: “Nos es imposible distribuir agua en un radio de 197 mil hectáreas con las casas muy lejanas unas de otras. Además, en la zona la creciente es larguísima, por lo que nos esperan muchos meses de inundación”.
Por su parte, trabajadores municipales e integrantes del Ejército fabrican casas precarias para las familias damnificadas. “Hay gente que tiene sus casas con patas, típica casa isleña, pero no todas las viviendas están inundadas, sólo las que están en el bajo. A esas familias las estamos ubicando, haciendo habitáculos con madera y chapa de cartón que nos envió el gobierno de la provincia y Desarrollo Social de la Nación”, detalló. |
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