La intendenta Carmen Toller informó a APF que en la localidad se está acumulando agua podrida que arrastra la creciente, provocando inconvenientes en el suministro del líquido a los habitantes. Epidemiología de la provincia está haciendo controles para saber si las pastillas potabilizadores permiten controlar la presencia de bacterias en el fluido. Mientras, trabajadores municipales e integrantes del Ejército fabrican casas precarias para albergar a los afectados por la inundación.
Toller informó que ayer, pese a la fuerte tormenta que asola la región, un equipo de Epidemiología del Gobierno provincial se trasladó hasta Villa Paranacito a fin de analizar el agua en estado de putrefacción que se acumula allí, tras ser arrastrada por la creciente.
“Tenemos una situación gravísima: el agua está en estado de putrefacción, eutroficada es el término científico, porque arrastra residuales, barro y pasto en estado de descomposición y eso provoca la falta de oxígeno, lo que ocasiona que se mueran los peces. La gente está con diarrea”, describió.
El análisis que realizó el equipo de Epidemiología, encabezado por la Dra. Silvina Saavedra, se realizará en laboratorios de Gualeguaychú. Los resultados estarán en dos tres días. La expectativa de las autoridades es que con las pastillas potabilizadoras pueda anularse el accionar de las bacterias que contiene el agua. Mientras, el sábado la Municipalidad ya repartió lavandina y agua potable entre los afectados.
“Nos es imposible distribuir agua en un radio de 197 mil hectáreas con las casas muy lejanas unas de otras”, confesó Toller. En la zona “la creciente es larguísima. Nos esperan muchos meses” de inundación, expresó.
Sergio Berni, subsecretario de Emergencia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación estuvo primero en Concordia y luego fue hasta la localidad del sur. Recorrió la zona afectada y distribuyó ayuda.
“Todo el éjido municipal está con agua. Hay gente que tiene sus casas con patas (elevadas), típica casa isleña, pero no todas las viviendas están inundadas, sólo las que están en el bajo. A esas familias las estamos ubicando, haciendo habitáculos con madera y chapa de cartón que nos envió el Gobierno de la provincia y Desarrollo Social de la Nación”, indicó la intendenta.
Las viviendas, de 6 metros por tres de dimensión, sin electricidad ni baño, están siendo construidas por personal municipal y del Ejército.
“El isleño con espíritu de sacrificio, muy aguerrido y con mucha mansedumbre. Se ve el estoicismo con lo que soportan lo que tienen que soportar”, recalcó.
Toller mencionó que en la localidad se está recibiendo el agua del río Uruguay que baja hacia el río de la Plata, así como la del Gualeguay. La del Paraná se demora en llegar. “Esperamos el pico de la creciente para el 15 de diciembre”, consignó.
“Dios está poniendo la mano y no están ocurriendo las sudestadas fuertes, por lo que el agua sigue bajando y no es empujada hacia arriba, lo que nos haría subir el nivel un metro en una noche”, agregó.
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