A raíz de los persistentes derroches de agua, el Comité de Emergencia Hídrica analiza cómo sumar inspectores desde las comunas a los controles callejeros que realiza Obras Sanitarias. Actualmente sólo Maipú y Luján cuentan con este personal, porque son operadores del servicio.
Como ejemplo se tomó lo que ya se aplica en otras provincias, como Córdoba, donde el Municipio efectúa apercibimientos a los vecinos por los diferentes incumplimientos. Luego, el prestador aplica las multas correspondientes.
La idea surgió de la segunda reunión que mantuvieron los miembros del comité esta semana para determinar los puntos críticos del sistema sanitario en el territorio de la zona metropolitana.
El organismo está integrado por Obras Sanitarias Mendoza, el Departamento de Irrigación, los municipios del Gran Mendoza, Defensa Civil, la Dirección General de Escuelas y el Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Transporte.
El próximo miércoles se realizará un nuevo encuentro, donde cada miembro deberá presentar su aporte desde el ámbito al que pertenece. Lo que se busca es tomar medidas preventivas para evitar los cortes prolongados de suministro, como los que sufrieron en los últimos días más de 50 mil habitantes de Guaymallén.
Y más ahora que el Ente Provincial del Agua y de Saneamiento (EPAS) alertó sobre la disminución de las reservas de agua potable para el Gran Mendoza. La merma es tan importante que calificó el nivel de “crítico”.
Las zonas más afectadas serán Benegas y Las Tortugas, en Godoy Cruz; Dorrego y Villa Nueva, de Guaymallén, y el sector comprendido entre calles Perú y Boulogne Sur Mer de Las Heras.
El incremento del consumo del martes –especialmente en la tarde y noche– y la caída de la producción de líquido en la planta Potrerillos, la segunda más importante, fueron las causas principales de esta situación. Ayer registró un caudal de 791 litros por segundo, cuando su capacidad máxima es de 1.300 litros/segundo, precisaron desde ese órgano de control. Por ello no se pudieron recuperar las reservas de las plantas de Alto Godoy y de Benegas.
La caída en la productividad se debe al escaso recurso proveniente del río Blanco –de donde se abastece– como consecuencia de que no hay suficiente escurrimiento de nieve debido a la prolongación de las bajas temperaturas en la alta montaña, explicaron desde el EPAS.
Frente a este panorama, el órgano de control reiteró su pedido a la población respecto al cuidado del agua potable. Recomendó que se restrinja su empleo sólo a preparar la comida, bebida, limpieza personal y uso de sanitarios.
También se solicitó regar lo indispensable con baldes y no usar la manguera durante las 24 horas, consejo que todavía no se cumple a rajatabla. De hecho, algunas personas han optado por regar sus jardines o baldear las veredas después de la medianoche para eludir a los inspectores.
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