Con un nivel de arsénico que supera hasta en 200% lo aceptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua potable en gran parte de este departamento pone en riesgo la salud de población. Por este motivo el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad la provisión gratuita de agua potable en los distritos 12 de Octubre, Santa Rosa, Las Catitas y La Dormida a través de camiones cisternas y la entrega a los vecinos de un tanque para su almacenamiento, hasta tanto se tomen medidas definitivas.
El problema no es nuevo pero durante este último año se agravó aunque desde 2005 el presupuesto municipal contemplaba una partida para mejorar la calidad del agua de red.
Pero esto no resolvió nada. En febrero, la crisis terminó explotando cuando el Entre Provincial del Agua y de Saneamiento (EPAS) y Obras Sanitarias Mendoza clausuraron dos pozos en Las Catitas porque el nivel de arsénico superaba los 0,05 miligramos por litro de agua, nivel máximo tolerable según estos organismos. Para la OMS, el nivel máximo no debe superar los 0,01 miligramos por litro y hoy toda la red de Las Catitas tiene 0,03.
Tres meses atrás el Concejo declaró la emergencia de agua potable por la “mala calidad del agua, corroborada por análisis oficiales del EPAS” y convocó a trabajar en el tema a la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados y la intervención de Obras Sanitarias Mendoza SA.
“En Las Catitas hay un nivel de arsénico superior al tolerable, en La Dormida hay manganeso y en la totalidad del departamento el agua tiene problemas por su exagerada dureza y porque tiene químicos”, dijo ayer el presidente del Concejo, Walter Fredes.
La preocupación es que el arsénico no es eliminado por el cuerpo humano y con los años puede causar graves problemas de salud, cuyos primeros síntomas se detectan en la piel, principalmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
“Hoy se está haciendo una perforación nueva en la zona de Las Catitas vieja, pero allí también se va a extraer agua con arsénico. La única solución es la construcción de plantas potabilizadoras”, dijo Fredes.
Además se alertó que se está inyectando directamente a la red agua que proviene del complejo de Irrigación, “y este líquido va directamente a las cañerías sin siquiera pasar por una pileta decantadora”, sostuvo el concejal.
Desde el Ejecutivo se sostuvo que la alerta dada por el Concejo “es una cuestión política”, pero desde el Deliberante se afirmó que “es un problema de salubridad que hay que resolver urgentemente”.
Para paliar la situación el Concejo dictó una ordenanza en donde se establece que cada una de las delegaciones municipales pondrá a disposición de los vecinos “un tanque de 2.000 litros de capacidad, apto para almacenamiento, con surtidores de servicio, tapas, respiraderos y condiciones de higiene controladas por Bromatología” y que se dispondrá “de un camión tanque autorizado para traslado de agua potable”.
Problema de vieja data
No hay un dato cierto, pero la primera señal de alerta por la cantidad de arsénico en el agua de red en los centros poblados de Santa Rosa (villa cabecera, La Dormida y Las Catitas) surgió hace 6 años, aunque ya se presumía desde antes que “era agua muy dura”, dicen aquí.
La confirmación de esto se dio en febrero pasado cuando fueron clausurados los dos principales pozos de Las Catitas por tener un nivel mayor a 0,05 miligramos de arsénico por litro de agua. Esa clausura la realizaron la misma Obras Sanitarias Mendoza y el EPAS.
La utilización de agua con exagerados niveles de arsénico, tanto para su ingesta como para higiene personal, puede producir la enfermedad denominada hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE), que se manifiesta a través de lesiones y tumores en la piel, sobre todo en zonas no expuestas al sol.
Los signos más comunes son manchas en la dermis con escamas en la superficie, pero también se pueden detectar nódulos, úlceras y verrugas. Lo más común es que en un principio esas lesiones se ubiquen en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Hay organismos que soportan mejor el agua contaminada y en una misma familia pueden existir individuos que sufran algún tipo de trastornos y otros no.
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