En Bell Ville se asombran de que el consumo promedio de agua ronde los 400 litros diarios por persona, mientras que en sus vecinas Leones y Marcos Juárez llega apenas a la mitad. La gran diferencia es que una, sin medidores, no cobra según los consumos como sí hacen las otras dos.
Tuvo que llegar una crisis hídrica para que se asumiera que los habitantes de Córdoba capital gastaban, hasta ahora, en promedio casi 350 litros diarios por persona, con días de hasta 500 litros en verano. Esto representa casi el doble de consumo que otros que, sin por eso vivir peor, ahorran ese recurso en ciudades del interior.
Córdoba capital casi no tiene medidores y no importan los consumos de cada usuario a la hora de facturar el servicio. Río Cuarto, tampoco, y allí también el promedio anual es de 386 litros diarios, con picos de hasta 500.
Otro caso, de una ciudad menor, entre tantos posibles: en Oncativo, sin medidores, el consumo es similar al de capitalinos y riocuartenses.
Por contrapartida, en Río Tercero –donde no hay propiedad sin medidor– el consumo promedio es de 175 litros diarios (con una máxima este año de 200 litros en enero y una mínima de 163 en octubre). En Río Tercero, desde que en 2001 se empezó a cobrar según los consumos, la demanda bajó de 32 mil litros mensuales por familia a los actuales 19 mil.
Villa María ofrece otro botón de muestra: allí se gastan en promedio 250 litros diarios por persona, pero la mitad de los usuarios que tiene medidores demanda unos 150 litros mientras que los otros llegan a los 300.
Hizo falta que la escasez de agua se transformara en noticia y preocupación en la provincia de Córdoba para que tomaran relieve las diametrales diferencias de consumo.
Los datos demuestran que cuando se cobra según los consumos, se usa casi la mitad de agua. Eso evidencia que el derroche es evitable. Y que el control pasa, en buena medida, por el bolsillo.
Contrastes. En el empobrecido y seco norte hay numerosas comunas y parajes que aún carecen de agua potable. Y en el extremo sur cordobés hay pueblos y ciudades con serias dificultades de abastecimiento por no contar con aguas de calidad para potabilizar. Un informe publicado por este diario en marzo pasado reveló que el 20 por ciento de los habitantes de esta provincia no accede al agua potable.
El agua dulce es un recurso natural escaso en Córdoba. Pero en muchas de sus ciudades y pueblos el nivel de consumo es muy superior al de 200 litros por persona por día, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La desmesura tiene relación con el concepto de gratuidad del servicio que moldeó el hábito de consumo de los cordobeses durante tanto tiempo y que resulta difícil de modificar.
Sin embargo, que cada uno pague por lo que realmente consume de un recurso que, acá y en el mundo, será cada vez más caro y escaso merece algunas consideraciones.
El problema del riego. En Hernando los vecinos pagan excedentes por cada mil litros adicionales de agua, pero se preguntan ahora si se les cobra en la misma proporción a los campos de esa zona que tienen equipos de riego intensivo. Allí, extrayendo de las mismas napas que la ciudad, demandan en un año el agua que sus 11 mil habitantes usan en dos décadas, según un estudio de un instituto local.
O el caso de los riotercerenses, que también pagan adicionales cuando superan los 15 mil litros mensuales por familia. Mientras, la Provincia permite a las principales industrias allí radicadas que extraigan, en varios casos de las mismas napas de agua potable que la ciudad usa y pretende preservar, cantidades enormes para sus procesos que para ese fin podrían extraerlas de otras fuentes.
Así, la cuestión no parece limitarse a medir para cobrar, sino también cómo equilibrar esas cargas mientras se preserva un recurso vital.
Restricciones
Ni pileta ni riego. Está prohibido el uso de agua para riego del jardín, llenado de piletas y lavado de autos.
Controles. A los usuarios de la ciudad de Córdoba con medidores (más de 52 mil) que tienen un historial de derroche, se les efectúan controles cada 10 días.
Denuncias. Teléfonos: 0800-888-6898 (Ersep, de 8 a 20); (0351) 428-5600 int. 7616/ 7626/ 7627 (Municipalidad, las 24 horas); 0800-800-2482 (Aguas Cordobesas, las 24 horas). E-mail: ersep.denuncias@cba.gov.ar
Inundaciones. En Entre Ríos aún hay ocho mil evacuados por el desborde del río Uruguay.
Consumos y tarifas, por ciudad
CIUDAD DE CÓRDOBA
La Capital tiene 393 mil usuarios. Con medidores, sólo 52 mil (el 13 por ciento). El consumo promedio por habitante rondaba hasta ahora los 350 litros por día. En las últimas semanas, tras los anuncios de sanciones, bajó a 288. La tarifa es según la zona, pero la gran mayoría paga por mes entre 29 y 39 pesos.
RÍO CUARTO
De los 64 mil usuarios, sólo 10 mil (grandes consumidores y nuevas edificaciones) tienen medidores. La tarifa promedio, con impuestos incluidos, sin importar el consumo, es de 36 pesos por mes. Cada vecino consume, en promedio, 386 litros de agua diarios.
VILLA MARÍA
De los 21.800, tienen medidores unos 12 mil. Otros 9.800 pagan una tarifa plana, sin importar sus consumos. En viviendas con medidores, un consumo medio paga unos 16 pesos por mes. Las casas sin medidor abonan unos 12 pesos por mes. El consumo promedio es de 250 litros por día por persona, pero en los hogares con medidores el promedio baja a 150 litros. En los demás, se eleva a más de 400 diarios.
SAN FRANCISCO
El 90 por ciento de los 23.225 usuarios cuenta con medidores. La mayoría de las familias paga de 27 a 31 pesos por mes. El agua llega por acueductos desde Villa María. El consumo promedio es de 380 litros por persona-día en verano y de 300 en invierno.
RÍO TERCERO
La totalidad de los 18.700 usuarios cuenta con medidores. La tarifa es fija hasta los 15 mil litros: 17 pesos en calles de tierra y 27 pesos en asfalto, con impuestos. Luego, se carga 1,15 peso cada mil litros excedentes, cifra que se eleva mientras mayor es el uso. El consumo promedio es de 19 mil litros mensuales por vivienda, que cuestan casi 20 pesos en calles de tierra y 32 en pavimentadas. El consumo promedio anual es de 175 litros por persona/día. En verano ronda los 200 litros por día.
BELL VILLE
De 12 mil conexiones, sólo 2.300 tienen medidores. La tarifa, sin medir el consumo, es de entre 30 y 40 pesos por mes, según las zonas. La Cooperativa Sudeste presta el servicio local y por acueductos lleva agua a más de 30 pueblos y ciudades del este cordobés. Consumo promedio: 400 litros diarios por persona.
SANTA ROSA DE CALAMUCHITA
El 95 por ciento de los 4.861usuarios tiene medidores. En promedio, una familia paga 24 pesos por mes en invierno y 30 en verano. El consumo, aunque no fue precisado por la cooperativa local, se calcula en un promedio anual de casi 300 litros/día.
ONCATIVO
Sólo el 15 por ciento de las 4.900 conexiones tiene medidores. La tarifa es de entre 18 y 22 pesos, sin importar cuánto se usa. El consumo ronda los 315 litros por día por persona. En verano, hay días de casi 500.
Análisis
¿Alcanzará el susto para reaccionar?
El desmonte, las nuevas urbanizaciones sin planificación y otros factores fueron haciendo perder a las sierras su capacidad de “producir” agua.
Fernando Colautti - fcolautti@lavozdelinterior.com.ar
La crisis hídrica transformó en central una cuestión que costaba colocar en la agenda. Si el agua es un recurso clave a preservar, no hay modo de explicar que Juan pague lo mismo que Pedro, siendo que usa el triple de agua. Aparece así la justificación de los medidores.
Pero sería distorsivo plantear ese control del consumo como tema único, desplazando al original: la falta de planificación y de políticas ambientales que llevaron a que Córdoba tenga cada vez menos disponibilidad de agua. La gente que consume 400 litros diarios en vez de los aconsejables 200 es parte del problema, pero no el central.
Hace muchos años que en territorio cordobés se encendieron luces de alerta. Pero debió faltar el agua para que aparezca una reacción.
Hace décadas que los lagos se degradan. Y las sierras, de las que proviene casi la totalidad del agua que consume Córdoba, van dejando de ser el "tanque de agua": ríos y arroyos acumulan cada vez menos reservas. El desmonte, los incendios, las nuevas urbanizaciones sin planificación de servicios y otros factores fueron haciendo perder a las sierras su capacidad de "producir" agua. Poco y nada se hizo para detener ese proceso. ¿Se hará ahora, tras el susto que propinó el riesgo de canillas exhaustas? ¿No suena extraño plantear un acueducto desde el Paraná sin antes "reparar" esa fábrica de agua que tenemos en las sierras?
Mientras, el consumo de los cordobeses es desparejo e inequitativo. Hay localidades sin agua potable. Hay pueblos y ciudades que, al cobrar según los consumos, lograron evitar el derroche. Pero hay otros que la siguen tratando como un bien inacabable. También hay industrias que usan enormes cantidades de agua potable para sus procesos, o explotaciones agropecuarias extensivas que podrían apelar a otras fuentes.
Naciones Unidas advirtió que "la mayor población, el cambio climático y la expansión de la agricultura están estrangulando las fuentes que proporcionan agua al mundo". Córdoba debería tratar de que la crisis genere oportunidades.
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