El equipo de investigación se encuentra satisfecho por los buenos resultados de las experiencias del proyecto Thuska Huta, que logró reducir los niveles de contaminación de las aguas ácidas, producidas por las operaciones mineras, las que se pueden emplear en procesos agrícolas hidropónicos una vez tratados.
El coordinador del Proyecto, Juan Carlos Montoya Choque, dijo que ayer se desarrolló un seminario de socialización de la experiencia en la que primero se utilizan piedra caliza, compost (en base al guano de llama) como primera parte del tratamiento de las aguas residuales de mina o de los ingenios mineros.
Posteriormente estas aguas son tratadas en un sistema de ósmosis inverso, proceso en el que se utilizan como membranas permeables, tripas de cordero, logrando mayor grado de purificación de las aguas que fueron utilizadas en el cultivo de cebada o para la alimentación humana, indicó.
Mencionó que en el seminario, se expuso la cebada regada con agua contaminada que muestra un crecimiento poco significativo en relación a la cebada regada con el agua ya tratada por el mecanismo de la piedra caliza y el compost y que pasó por la ósmosis inversa, que alcanzó un tamaño de más de 22 centímetros.
La experiencia del Proyecto Thuska Huta luego de ser realizada en laboratorio se llevó adelante en el ingenio de Machacamarca, dependiente de la Corporación Minera de Bolivia y las experiencias que tienen que ver con el cultivo de forrajes y alimentos para el consumo humano, en una propiedad que tiene la Universidad Técnica de Oruro en la población de Sora.
Dijo que la cebada de trece días de tratamiento muestra sus diferencias con aquella que fue regada con agua contaminada; pues el color de las hojas demostraba que el experimento fue un resultado porque las hojas de las plantas que recibieron agua no tratada estaban marchitas (amarillas), además que no constituirían buen alimento para el ganado.
El secretario departamental de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Gonzaga Ayala, manifestó que el proyecto recibió el apoyo del PIEB y trata un experiencia sencilla y que rescata saberes ancestrales.
Dijo que existió siempre preocupación sobre cómo hacer que las aguas ácidas de mina sean tratadas, en ese sentido, esta investigación muestra la dinámica encarada por el equipo técnico utilizando los sistemas pasivos y mediante la utilización de materias básicas como es el compost y la piedra caliza.
Recordó que el uso de la piedra caliza fue utilizado por las comunidades ancestrales especialmente en la vijiñas (bebederos de agua para el ganado), tenía el fin de potabilizar el agua, es por eso que el equipo recurrió a estas experiencias para lograr sus objetivos.
Otro aspecto que interesa es el tema de la ósmosis inversa que posibilita una mayor eficacia en la recuperación de las aguas ácidas, al extremo de darle mayor potabilidad para usos agrícolas y ganaderos.
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