Desde hace tiempo, los científicos advierten que es crucial que se tomen medidas de mitigación y adaptación al calentamiento terrestre. A medida que avance el siglo XXI, el panorama mundial podría ser cada vez más sombrío.
Entre otras estimaciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), durante este siglo es probable que la temperatura media de la superficie del planeta aumente de 2 hasta un máximo de 6°1 C con respecto a la era preindustrial. Para lograr el mínimo aumento, alrededor de los 2°C, debería reducirse entre el 50 y el 85% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono hacia 2020.
La ciencia también advierte que un aumento promedio de 3°5 C puede ocasionar una pérdida cuantiosa de especies de seres vivos. Asimismo, se señala: "El calentamiento antropógeno podría dar lugar a efectos abruptos o irreversibles, en función de la magnitud del cambio climático proyectado".
Las estimaciones del IPCC forman la base científica de las negociaciones de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Unfccc). Ese panel señala que es importante no sólo aumentar las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), sino también innovar en medidas de adaptación al calentamiento terrestre, que afecta mucho más a la población con menos recursos.
Cambios
La historia de la Tierra está marcada por cambios climáticos debido a ciclos naturales de calentamiento y glaciación. Según el IPCC, cuando los seres humanos comenzaron a liberar grandes cantidades de GEI en la atmósfera a partir de la revolución industrial, esto influyó en el sistema climático mundial.
Con el crecimiento de la población mundial, las emisiones de GEI aumentaron entre 1970 y 2004 un 70% desde la era preindustrial. Y en la actualidad siguen su veloz escalada. "El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como evidencian ya los aumentos observados del promedio mundial de la temperatura del aire y del océano, el deshielo generalizado y el aumento del nivel del mar", sostiene el IPCC.
Según el panel, el aumento de la temperatura afectará cada vez más la actividad agrícola y forestal. La Argentina sufrirá esas consecuencias, al igual que otras regiones del planeta.
También impactará en mayor medida en la salud humana, con olas de calor y la alteración de vectores de enfermedades infecciosas. La progresiva acidificación de los océanos afectará a las especies marinas. Se extinguirán especies de seres vivos y habrá pérdida de zonas costeras. El derretimiento del permafrost (suelo congelado) y los incendios forestales causados por el calentamiento global liberarán más GEI a la atmósfera.
El impacto ya se evidencia en incremento de sequías, inundaciones y la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos, como huracanes. Con todo, los efectos de cualquier medida que se tome ahora sólo se observarán en decenas de años.
La autora es becaria de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Unfccc)
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