“Vi que se venía el agua y asumí el riesgo de ponerme al frente, porque siempre es un riesgo”, es lo primero que subrayará el gobernador Sergio Urribarri, en su residencia de Paraná.
Mirará varias veces el horizonte creyendo auscultar el futuro próximo en el color de las nubes que se asoman.
Comentará también que se ha vuelto un adicto a los pronósticos del tiempo, del clima mejor dicho, y se enredará en observaciones referidas a cómo cambia la previsión de un medio de comunicación a otro.
Luego volverá sobre el momento en que tomó la decisión de trasladar el despacho a Concordia. Y, en la descripción de las prioridades que se fijó, surgirá, diáfana, su satisfacción por el modo en que se sucedieron los hechos, cómo se articuló el sector público, pese a todo.
“Primero, había que resolver cómo íbamos a evacuar, con qué logística; segundo, en qué lugares alojaríamos y decidimos que debían ser las escuelas porque estaban casi terminadas las clases y, además, son lugares más propicios que un centro improvisado, con energía eléctrica, con sanitarios, con agua potable; tercero, cómo los alimentábamos y lo hicimos primero con el Ejército y luego mejoramos haciendo la comida en cada establecimiento; cuarto, cómo dar seguridad en la emergencia y debemos decir que, gracias a los 520 efectivos apostados, no se registró un solo delito; y, quinto, cómo garantizar el estado sanitario, tarea para la cual por escuela se conformó un equipo con un médico, un agente sanitario y los promotores sociales de salud”.
A EL DIARIO le interesaba sobre todo lo que viene, qué conclusiones ha sacado el Gobierno luego de las crecidas del Paraná y Uruguay, con qué infraestructura deben afrontarse las secuelas del cambio climático.
“Reparar el daño y prevenir, son los dos máximos desafíos que se nos vienen”, describió entonces Urribarri.
Apenas comenta que el viernes comenzó un operativo para registrar autoevacuados que recibirán un subsidio para arreglar sus casas cuando las aguas se retiren, aclara que “lo otro es más grave, de fondo” porque “lo que dicen los expertos es verdad: el cambio climático genera severas consecuencias y lo mejor es que pensemos que lo peor todavía no pasó, aunque parezca pesimista”.
En ese sentido, habló de un plan de corto plazo y otro de mediano plazo. “La idea es hacer continuar unos 2,5 kilómetros hacia el norte la defensa, pasar el Arroyo Manzores (cuya sistematización está en marcha) y llegar hasta cota 18 en todo el trayecto; y, hacia el sur de lo existente, extender la protección unos 2 kilómetros hasta alcanzar el acceso nuevo a Concordia”, explicó antes de hacer público que telefónicamente le indicó a Julio De Vido que “en un mes y medio, vamos a tener el anteproyecto para llamar a licitación” y que el Ministro de Planeamiento e Infraestructura Federal le confirmó que, de su parte, “ya había recibido el visto bueno de la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner)” en el mismo sentido.
“De esa forma, el acceso nuevo empalmaría con un camino costero, aterrazado, que prácticamente circunvalará la ciudad, la protegerá y le agregará un atractivo especial, un inmenso balcón al río”, indicó. En paralelo, “en Concordia, pasará la topadora por aquellos asentamientos ubicados por debajo de la cota 14, lo que obligará a una reubicación en terrenos más altos”.
A estos proyectos, que financiará la Nación, se suma “el aporte de la Cafesg para la defensa norte de Concepción del Uruguay, complementaria de la sur; y la sistematización del arroyo Artalaz, en Colón”.
Cree el entrevistado que con estas obras, se reducirá al mínimo el número de afectados por inundaciones del Uruguay.
ESTA COSTA. Pero en el horizonte aflora otro problema. “Lamentablemente, los pronósticos sobre la situación del río Paraná no son alentadores: las autoridades nacionales sostienen que lo más grave llegará por enero o febrero y que hasta mediados de 2010 el agua no va a bajar”, describió el Gobernador, antes de indicar que “rápidamente, convocaremos nosotros a los intendentes de ciudades ribereñas y, simultáneamente, voy a llamar a Hermes (Binner) para que organicemos una reunión general donde compartamos diagnósticos, imaginemos escenarios y acordemos formas de paliar los efectos”.
Ciertamente las crecientes en el Paraná suelen ser más tenues que las del Uruguay y, en general, afectan a una cantidad menor de comunidades. La provincia junto a los municipios acordaron medidas preventivas que, en algunos casos, estuvieron dirigidas a trasladar familias de pescadores y, sobre todo, a alertar a las poblaciones ribereñas sobre el hecho de que la creciente del río podría producir una invasión de roedores y alimañas en tierra firme.
En general se pensó que el pico era esto que está pasando y que, desde el punto de vista humano, generó trastornos serios sólo puntualmente en el departamento Islas, dado que si no fuera por el recuperado ferrocarril algunas ciudades hubieran quedado aisladas. Pero los técnicos manejan otro pronóstico.
“Las obras a realizar en la costa del Paraná serán definidas en este comité”, refirió, antes de comentar que “mi visión es que a algunas viviendas habrá que trasladar definitivamente a tierras más altas pero además habrá que emprender proyectos de infraestructura, que iremos definiendo en conjunto, por caso obras complementarias a las de defensa costera”.
Ante una consulta, el mandatario indicó que “los operativos para sacar ganado de las islas funcionó bien pero, curiosamente, como el pico no tuvo la dimensión esperada, hay productores que están regresando la hacienda a los islotes; les digo que es muy peligroso, que la crecida importante está por venir, que no tiene sentido complicar las cosas”.
Destacan manejo de Salto Grande
EN COINCIDENCIA con las argumentaciones de los responsables argentinos de la Comisión Técnica Mixta (CTM), funcionarios y técnicos uruguayos se refirieron a la situación que se atraviesa por la crecida del río Uruguay y destacaron que se ha manejado eficazmente un volumen de agua histórico para la represa.
“Hace mucho tiempo que no había un manejo tan profesional lo que ha permitido minimizar los efectos de la inundación, por lo que nos sentimos absolutamente orgullosos porque estos directores de Salto Grande han hecho muy buen manejo de la situación”, aseguró el ministro de Industria y Energía de Uruguay, Raúl Sendic.
Según detalla el diario El Pueblo, de Salto, el ministro Sendic, acompañado por el director Nacional de Energía, Ramón Méndez; el coordinador del Sistema Nacional de Emergencias, Carlos Lorente; y junto al presidente de la Delegación Uruguaya ante la CTM , Enrique Topolanski, recibieron a la prensa para hacer referencia a la situación que se atraviesa con motivo de la crecida del río Uruguay y sus consecuencias.
“Hace mucho tiempo que no había un manejo tan profesional que ha permitido minimizar los efectos de la inundación, por lo que nos sentimos absolutamente orgullosos porque estos directores de Salto Grande han hecho muy buen manejo de la situación y han coordinado con el Comité de Emergencia local”, resaltó el ministro de Industria y Energía de Uruguay, Raúl Sendic.
Y agregó: “Se ha manejado eficazmente un volumen de agua que, desde que se instaló la represa, no hubo, como es el promedio tan alto de lluvia y un volumen de agua tan grande llegando hasta la represa”.
Por otra parte, descartó que el hecho de que se tratara de politizar el tema le preocupe, añadiendo que “el gobierno tiene la responsabilidad de poner por encima de esos pequeños intereses políticos, los intereses de la ciudadanía y de la gente y sobre todo de los inundados. Habría que preguntarle a los inundados si les gusta que se politice o no sus necesidades y sus problemas”.
En coincidencia con lo expresado por el gerente general operativo de la represa de Salto Grande del lado argentino, Carlos Máscimo, expresó que “el enorme caudal que llegaba hacía necesario verter agua porque estábamos teniendo un volumen siete veces mayor al volumen del lago, por lo que era imprescindible un buen manejo del agua en la represa, tal como se hizo, de manera de minimizar las consecuencias hacia la población”. |
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