Casi 70 mil personas viven en las cuatro zonas de alto riesgo aluvional ubicadas en el Gran Mendoza y que incluyen distintos distritos de Las Heras, Godoy Cruz, Luján y Guaymallén. El dato surge de un estudio realizado por la Dirección de Hidráulica, repartición encargada de administrar el agua de riesgo que se genera cuando hay aluviones.
Además, se ha notificado a 260 barrios públicos y privados para que realicen las obras necesarias y bajar así el peligro. Más allá de que si las lluvias son muchas o pocas, a partir del 1 de noviembre y hasta marzo, Mendoza está -como todos los años- en alerta aluvional.
El aluvión es la mezcla de agua de lluvia con sólidos: piedras, ramas, desprendimientos de cunetas, asfalto y así la lista sería interminable. Además del agua, es clave la inclinación del terreno debido a que esto es lo que le va a dar velocidad a esa cantidad de agua que baja y arrastra todo a su paso. En Mendoza cada tanto vemos los efectos de este fenómeno, recordemos los daños ocasionados en Luján y en el Challao en los últimos años.
El pedemonte, en promedio, aumenta tres metros su altura cada cien metros, "lo que da una inclinación de 3%", explica Rolando Baldasso, titular de la Dirección de Hidráulica, y agrega: "Si sobre esa inclinación cae una lluvia de 40 milímetros en una hora, que son las tormentas promedio de Mendoza, ya se produce erosión en el suelo". Hay que recordar que si la zona con riesgo aluvional, es urbanizada sin controles y está asfaltada, el recorrido del aluvión hace más fácil su desplazamiento.
En este sentido, desde distintos sectores vienen alertando sobre esta situación en el pedemonte: "Es un área con gran peligro aluvional, agravado por el avance urbano y la consecuente impermeabilización de su suelo. Las áreas no ocupadas por el avance urbano están muy deterioradas a nivel de la cobertura vegetal", indica María Verónica D'Inca en un estudio sobre esta zona publicado por el Instituto de Cartografía, Investigación y Formación para el Ordenamiento Territorial (Cifot), que funciona en la Facultad de Filosofía y Letras.
Punto por punto
El pedemonte mendocino es una de las zonas más complicadas y se sabe que muchos barrios ubicados allí no cuentan con la protección adecuada en caso que se produzcan aluviones.
"La zona del Challao-San Isidro es de alto riesgo aluvional. Va desde el arroyo El Challao, que tiene la cuenca Casa de Piedra y hacia arriba del río San Isidro. Ahí se hizo un dique y con el tiempo se llenó de sólidos. También se colocó una pantalla de hormigón, que se repara todos los años, y sirve para desviar el agua. La zona del loteo Dumit es riesgosa porque la afecta el río San Isidro", indica Baldasso.
También el circuito Papagayos está incluido en el área peligrosa y en menor medida parte de El Challao.
La zona comprendida entre el dique Frías y el Zanjón Maure es la más delicada en Godoy Cruz. “Hemos incluido los barrios cercanos al autódromo y para solucionar el riesgo en esa zona hemos llamado a licitación para hacer el trasvase del Frías al Maure. También estamos avanzando en la instalación de minicuencas: son piletas de hasta cinco metros de profundidad que acumulan el agua y luego la filtran”, explicó Baldasso.
El pedemonte sigue apareciendo como amenaza en Luján. “Los barrios ubicados en lo que se conoce como el loteo Pérez Ghilou, instalado entre calle Pueyrredón y la entrada a Luján por Ceferino hacia el oeste, están en riesgo aluvional y también la zona del Bajo Luján”, señaló Baldasso.
Para defender esta zona se ha proyectado la realización de la presa Chacras de Coria, que incluye ocho obras: el trasvase del dique Papagayos al Frías, el trasvase del Maure-Chacras, la presa Chacras, la presa Sosa y tres colectores. Todas esas obras cuestan 130 millones.
La zona de riesgo aluvional que afecta a Guaymallén comprende parte de los distritos El Bermejo, El Sauce, Corralitos, La Primavera, Lagunitas y Puente de Hierro. Baldasso indica que “la zona más crítica es donde se une el zanjón de los Ciruelos con el Cacique Guaymallén. Ahí hay posibilidades de desborde si hay aluviones”. Ampliando el mapa también se ven afectados dos departamentos más: Las Heras y Lavalle.
Los distritos lasherinos de El Algarrobal y Zapallar también podrían tener problemas en caso de aluvión; mientras que el agua de riesgo que afecta a Guaymallén llega hasta zonas de Lavalle en donde se encuentran tierras agrícolas irrigadas por el canal Jocolí. En Hidráulica entienden que esto se evita colocando cuatro lagunas artificiales, para que el agua se quede ahí y después de la tormenta se encauce por los canales.
El alerta
Desde Hidráulica le han dado a cada departamento un sistema geo-referencial, para que sepan cuáles son los cauces que posee. “Funciona un sistema de alarma meteorológica que se maneja en conjunto con Defensa Civil y el Instituto Nacional del Agua. Hay sensores automáticos conectados con el agua y cuando comienza a llover en el pedemonte, sabemos qué zona puede tener problemas”, explica Baldasso.
Si bien hoy el debate sobre el agua pasa por los problemas que tiene OSM con su distribución y también hay preocupación por la falta de lluvias, no hay que olvidarse que los aluviones -al igual que los sismos- pueden llegar en cualquier momento. Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar
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