El agua empezó a brotar como de un inesperado manantial que destruyó el asfalto y en minutos, a eso de las 5 de la mañana de ayer, la esquina de Cabello y Salguero, frente a la plaza Alférez Sobral, en Palermo, se inundó hasta tapar autos estacionados y meterse dentro de casas y negocios. El motivo fue la rotura de un caño maestro de 60 centímetros de ancho, que funciona como distribuidor a la red de agua corriente de la zona. Debieron intervenir los bomberos de la Policía Federal, que junto con personal de AySA procedieron a cerrar las válvulas de distribución y, cerca del mediodía empezó a controlarse la pérdida.
Claro que las consecuencias duraron más: durante gran parte del día, cientos de vecinos se vieron afectados en el suministro de agua. Además, tanto en Cabello y Salguero como en los alrededores resultó imposible el paso de los vehículos, por lo que debieron cortarse el tránsito en esas calles, de alta circulación, mientras personal de la Ciudad retiraba algunos autos que podían ser afectados por la rotura o que estaban simplemente estacionados en el lugar.
AySA advirtió que mientras se reparaba el caño, podría registrarse baja presión o falta de agua en el radio comprendido por la avenida Las Heras, República de la India, Avenida Del Libertador y Coronel Díaz. w
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