La característica aridez de la zona que guarda los restos de la Difunta Correa ahora se hace sentir con más angustia. Es que la vertiente de agua que abastecía al lugar desde 2006 a través de un acueducto se está secando. Y por eso, 11 municipios llevan agua para la zona donde viven más de 600 personas. Desde ayer y hasta el viernes próximo los camiones departamentales van a llenar las piletas donde se almacena el líquido en Vallecito. Quieren trasladar 600.000 litros en total, según el intendente de Caucete, Juan Elizondo.
La construcción del acueducto que llevaba agua desde el cerro Pie de Palo al complejo de la Difunta llevó líquido con buen caudal durante 2 años, hasta que el exceso de lluvias y las crecidas en marzo de este año rompieron un caño y se llenó de lodo la vertiente. Esto provocó que disminuyera el agua potable que llegaba al sitio por algunos días, hasta que repararon los daños.
Ahora la situación contrasta. La ausencia de lluvias disminuyó en un 70% el caudal que llevaba el acueducto. "Hace 2 meses los caños transportaban el 100%. Ahora el caudal sólo es de un 30%", afirmó Elizondo. Con 30.000 litros diarios trabajaba el acueducto cuando contaba con mucho agua la vertiente. Ahora no llega a los 10.000.
Al percatarse de la situación hace un mes los funcionarios cauceteros, comenzaron a comunicarse con los de Sarmiento, San Martín, Santa Lucía, Angaco, Pocito, 9 de Julio, 25 de Mayo, Capital, Rivadavia y Zonda. Fue para que les ayudaran a llevar agua a Vallecito. Además se sumaron otros camiones de OSSE y de una empresa, comentaron desde la Municipalidad de Caucete.
Con el servicio del acueducto, sumado a camiones que enviaba el municipio de Caucete cuando era necesario, se abastecía tanto el oratorio, el barrio y el pueblo que está al otro lado de la ruta. "Pero ahora sólo un hilo de agua corre por los caños", afirmó Elizondo.
La idea de esta semana es llenar todos los reservorios de agua de la zona y desde la semana que viene enviar un tanque municipal diario junto a otro provisto por OSSE para que no decaigan tan pronto las reservas. "Con los 600.000 litros de agua que enviaremos pensamos que por 2 meses estará abastecido el lugar", dijo Elizondo. Agregó que "si la vertiente no aumenta su caudal para ese entonces, no dudaremos en pedir ayuda nuevamente".
Con respecto al futuro de la vertiente, Adrián Cuevas, presidente de OSSE, dijo que "no se puede calcular si una vertiente puede bajar su caudal o secarse, son cosas de la naturaleza, pero no hubo errores en los estudios para hacer el acueducto en esa zona".
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