Con la creciente del río Paraná se capturan sábalos, surubíes y dorados de gran porte y mojarras, ejemplares atípicos para ésta época del año. Pescadores indicaron además que se ven gran cantidad de alevinos, y aunque el plazo para su crecimiento es de dos años, su presencia genera buenas expectativas a futuro para los pescadores artesanales.
Flavio Enríquez, presidente de la asociación civil Pescadores de Bajada Grande comentó a UNO que si bien en estos meses es común la pesca de armado, en escasas ocasiones se captura algún ejemplar. “El 70% de estos animales del río Paraná pereció en 2005 (a partir de la aparición de una bacteria que contaminó el agua y afecto con saña a la población de armados, peces cruciales en la cadena alimentaria). Recién ahora se está empezando a recuperar la cantidad, pero no mucho”, expresó el pescador artesanal.
Enríquez relacionó tanto el tamaño de los peces como la captura de ejemplares no comunes para la época del año con la creciente del río Paraná.
Las inundaciones y desbordes de cauce y de los arroyos provocó graves destrozos en las ciudades costeras, habitantes de las zonas ribereñas debieron ser evacuados y las pérdidas materiales a causa de la creciente fueron altísimas y aún continúa el riesgo de nuevas evacuaciones, sobre todo al sur de la provincia, en la zona de Villa Paranacito e Islas del Ibicuy.
Pese todo, la creciente muestra su punto positivo en el río Paraná y en la cantidad de especies que se están incrementando en cantidad y tamaño.
“Cuando venía navegando por el río, hace dos días, pude ver gran cantidad de cachorros de dorados, sábalos, y mojarras. Este año tuvimos suerte de que se reproduzcan y eso es por la altura del río”, dijo. La creciente se da justo en la temporada de postura del pez, y “entonces el animal desova tranquilamente. Ellos necesitan el agua crecida para desovar, si el río esta bajo retiene la hueva y al estar crecido lo larga porque la cría se puede defender”, explicó.
Enríquez expresó que “es fabuloso para nosotros ver la cantidad de cachorritos en el río, aunque son muy chiquitos y demoran en crecer por lo menos dos años hasta llegar al peso ideal, sabemos que a futuro es pan para nuestras familias”, señaló el presidente de la asociación de pescadores y lamentó que “lo malo es que los frigoríficos ya los trabajan desde los 800 gramos. Los pescadores artesanales, para proteger las especies, sólo los capturamos pescamos a partir de los dos kilos y medio en adelante”, aclaró.
La cantidad de alevinos beneficia al dorado y al resto de los peces cazadores, porque encuentran alimento.
Animales de gran tamaño. El pescador indicó que están pescando ejemplares grandes: “Es buena la crecida para las especies del río aunque causa inconvenientes a los hacendados y las personas que viven en la ribera. Salen dorados y sábalos de cuatro kilos y días atrás saqué un surubí de 12 kilos, lamentablemente cuando lo destripamos tenía huevas todavía”.
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