Desde el lunes la cifra de evacuados en el litoral, norte centro y oeste del país ha llegado a una meseta. En algunos departamentos ya no hay evacuados, como en Durazno, Treinta y Tres y Cerro Largo.
Según el informe del Sistema Nacional de Emergencia (SNE) de las 18.00 horas de la víspera, hay un total de 7.793 evacuados; el martes había 7.803. Paysandú y Salto siguen siendo los departamentos más afectados. La cantidad de damnificados se mantuvo desde el pasado martes (4.355 en Paysandú y 2.790 en Salto). En Artigas siguen habiendo 299 sólo en Bella Unión. Las 40 personas de la capital ya retornaron a sus hogares.
En Soriano hay 238 damnificados por las inundaciones: 173 en Mercedes y 65 en Villa Soriano. Finalmente, en Tacuarembó se mantiene la cantidad de evacuados desde hace varios días: 111.
Mientras el río Uruguay continúa bajando, las intendencias del litoral del país comienzan a organizar la limpieza de calles y viviendas para el retorno de los evacuados. En Paysandú, el río está en franco descenso y se posicionaba en 8,66 metros. En Salto también desciende y se ubica en 11,20; a la altura de la central de Salto Grande se encuentra en 34,96.
Hacia el futuro
La inundación se va; el río Uruguay y los dos arroyos afluentes que atraviesan el casco urbano salteño, el Sauzal y el Ceibal, vuelven a sus cauces. Sin embargo, las crecientes periódicamente se repiten, afectando la vida de los que tienen sus moradas aledañas a los referidos cursos de agua. Ante ello se necesita realizar un estudio que haga posible un reordenamiento urbano en las áreas inundables. Acciones a futuro que eviten el escarnecedor espectáculo de familias evacuadas de sus hogares.
Nunca antes se había proyectado algo a largo aliento. Sin embargo, y por primera vez en la historia de las inundaciones, Salto lo ha experimentado, desde el gobierno departamental se estudian acciones profesionales a futuro para que los fenómenos meteorológicos no vuelvan a afectar de manera tan contundente la vida de miles de salteños. Un censo sobre los hogares inundados será el primer paso y la planificación de obras de alta envergadura están a estudio para un reordenamiento urbano de largo aliento.
El arquitecto Rogelio Texeira, director de Obras de la Intendencia de Salto, explicó que "se viene toda una etapa con la bajada del río que nos permite trabajar con tranquilidad, pero la limpieza debe hacerse en forma rápida".
"Es una etapa distinta, pero hay que trabajarla a buen ritmo y ordenadamente. Pretendemos que el retorno a casa sea lo más ordenado posible. El Sistema Nacional de Emergencia (SNE) pudo armar un protocolo de evaluación de daños que nos permite hacer un diagnóstico y ahora pasa por una limpieza de todos los espacios públicos y privados. El espacio costero es muy caro para los salteños y esperamos tenerlo en condiciones para el fin de año. Hay que ir limpiando y lavando, desinfectando, por lo que estamos recomendando, desde el Comité y la Intendencia, que la gente limpie su vivienda y que lo hagan los mayores", detalló.
"Queremos saber bien quiénes fueron afectados sobre la cota de 15,72 metros para realizar un censo. No hay estudios científicos que avalen que la gente no se quiere ir de los lugares inundables", dijo Texeira.
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