El intendente sanducero presentó su balance de pérdidas de US$ 3 millones al Ministerio de Vivienda y ahora espera respuesta. En el litoral continúa la limpieza al acentuarse la bajante del río Uruguay.
"Al día de hoy ya superan los 4.700 evacuados, creo que no ha retornado ninguno", indicó ayer el intendente de Paysandú, Julio Pintos, que participó del Congreso Nacional de Intendentes en Montevideo.
Pintos entregó al subsecretario de Vivienda, Jack Couriel, una carpeta con el detalle de la cantidad de viviendas damnificadas, así como el esbozo de un plan de realojos para pobladores ribereños que viven en asentamientos irregulares sobre la margen del río. El jefe comunal confirmó que el plan integral de salvataje para los damnificados supone un monto de US$ 3 millones. Además Pintos habló por teléfono con el ministro Carlos Colacce, que se encuentra en Copenhague participando de la cumbre por el cambio climático, quien se comprometió a dar respuesta al planteo de Paysandú la semana que viene.
Según el balance hecho por el jefe comunal sanducero las inundaciones afectaron a más de 500 viviendas, 80 de ellas de tipo precario se estima que desaparecieron bajo las aguas y alrededor de 350 tuvieron dos metros de agua en su interior. La zona más afectada es el Suroeste de la ciudad.
La altura del río Uruguay ya está por debajo de los 8 metros en Paysandú. El ritmo de retroceso de las aguas era ayer de 2 centímetros por hora y de mantenerse, se estima que la mayor parte de las zonas anegadas en los últimos 20 días, quedarán el fin de semana liberadas para comenzar a preparar el retorno.
Parte del barrio del Puerto y algunas áreas adyacentes son, por el momento, a las que el río da acceso. Son también las de los barrios más consolidados. Otras franjas costeras, especialmente las del suroeste y noroeste, de donde provienen mayormente las poblaciones vulnerables, continúan bajo agua o permanecen muy afectadas por la riada.
En tanto, dos cuadrillas de cooperativas sociales contratadas por la intendencia y una voluntaria, barren y retiran los sedimentos de barro, desperdicios y restos que ha dejado la creciente en las calles. Por su parte, los bomberos usan la presión del agua de sus autobombas, para despegar lo adherido. Se trata de mejorar el entorno y se ha cortado el césped de los espacios públicos "para ayudar a que la gente se sienta mejor y encuentre mejor su entorno", explicó a El País, el director de Paseos Públicos, Julio Da Silva, que junto al de Obras, Marco García, controlaban las tareas y conversaban con los vecinos.
EN SALTO. Al tiempo que las aguas del río descienden lentamente, funcionarios municipales y del Ministerio de Desarrollo Social apoyados por carros de Bomberos y camiones cisternas van limpiando las calles para habilitarlas a la circulación vehicular y permitir luego que las familias comiencen a acceder a sus viviendas para encarar la difícil tarea que implica volver a acondicionar lo que dañó la creciente.
Prácticamente ninguno de los damnificados ha podido retornar a sus hogares por el estado en que han quedado las estructuras y por el olor nauseabundo que existe en las zonas en las que permaneció el agua por largo tiempo, las que además están contaminadas por las redes cloacales y los residuos que fue arrastrando el desborde del río que ayer bajó frente al puerto local a la marca de 13,35 metros.
En el embalse de la represa de Salto Grande al cual está llegando un caudal de 21.000 metros cúbicos por segundo, también el nivel desciende y al anochecer el registro en la escala se situaba en los 34,76 metros.
En Mercedes, donde la creciente del río Negro causó 229 evacuados en esa ciudad y en Villa Soriano, la bajante llevó al Comité de Emergencia local a resolver el plan "Vuelta a casa" a partir del lunes. Por lo pronto ya se iniciaron los trabajos de limpieza en las calles, en tanto el Comité entregará kits de limpieza a las familias evacuadas.
La ciudad de Bella Unión, en Artigas, continúa con 299 personas evacuadas, en tanto que dos localidades de Tacuarembó mantienen 108 personas afuera de sus hogares.
Las autoridades estiman que en una semana todo volvería a la normalidad, siempre que no existan lluvias copiosas. (Producción: Renzo Rossello)
Las cifras
US$ 3: el monto estimado por la comuna sanducera para reparar y en algunos casos realojar a los damnificados por las inundaciones.
80 viviendas precarias en la costa de Paysandú desaparecieron bajo las aguas. En total más de 500 fincas resultaron afectadas.
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