“Hay que estar preparados, si bien el río Uruguay está bajando el Paraná se complicará. Pero acá estamos, colaborando y asistiendo en todo lo que sea necesario para estar a la altura de las circunstancias. Me llena de emoción ver a tantos servidores públicos y voluntarios de organizaciones civiles trabajando juntos”, dijo el mandatario.
Para los habitantes de Villa Paranacito vivir cerca del agua es algo cotidiano. Pero cuando el río crece todo se lleva, como en cada ciudad costera. “En este caso las familias se resisten a alejarse de sus hogares, por lo cual se hizo necesario implementar un operativo diferente al utilizado en las localidades de la costa del Uruguay”. Bajo este argumento, el gobierno provincial acudió para asistir a los afectados con madera para construir casillas, con alimentos y con aportes de más de 80.000 pesos para ayudar a las familias damnificadas y colaborar con diferentes instituciones, se informó oficialmente.
Tampoco es fácil para Paranacito recuperar al sector productivo luego de una crecida. Por cada mes de agua arriba hacen falta tres para que el líquido se filtre. “La situación es preocupante porque un altísimo porcentaje de su población está afectada, pero tiene una intendenta, legisladores y una sociedad civil que está trabajando mancomunadamente cooperando y recibiendo asistencia a tiempo del gobierno nacional y de la provincia”, dijo el gobernador, acompañado por la intendenta Carmen Toller, el senador César Melchiori y parte del equipo de Vialidad provincial.
ITINERARIO. Urribarri, acompañado por Toller, funcionarios y legisladores, inició la recorrida en la caminera de Brazo Largo, habida cuenta que allí comienza no sólo el ejido municipal sino también el provincial. Confluyen hacia los costados de la autopista mesopotámica la influencia de las crecidas del río Paraná y del río Uruguay.
Ingresó después sobre la ruta 46 donde recorrió la ruta en lo alto y asfaltada que permitió evitar el aislamiento que por décadas vivió la población de Paranacito cuando se inundaba. También estuvo en la obra del segundo tramo, que tiene un 80% de grado de avance y en el que se están invirtiendo más de 60 millones de pesos.
El gobernador visitó los embarcaderos que construyeron con ayuda del personal de diferentes instituciones locales y provinciales destinados al sector productivo y también a todos aquellos que necesiten transportarse ante la eventualidad de que se corte el acceso que está en construcción.
En la zona del Arroyo Sagastume, que se limpió con Hidráulica de la provincia y un productor local, Urribarri tomó contacto con los vecinos. También estuvo en la planta urbana, donde se ubican las instituciones que están trabajando con la comunidad, como el caso de la policía y el centro integrador comunitario.
En el cerro poblacional, que es un levantamiento de 10 hectáreas a cuatro metros de altura, se están construyendo viviendas y se ha traslado parte del hospital. Allí estuvo el gobernador para dirigirse después a las defensas urbanas. Una de ellas fue la que cedió el viernes pasado, donde se vivieron momentos caóticos.
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