El granizo, intensas lluvias y vientos huracanados destruyeron en los últimos días la producción agrícola de varias comunidades de Cochabamba.
Los fenómenos naturales hacen estragos en las comunidades del municipio de Sipe Sipe, a esto se suma el desborde del río “Tajar” que afectó a toda la comunidad del mismo nombre, donde se perdieron varias hectáreas de cultivos.
Según el responsable del Unidad de Gestión de Riesgos de la Prefectura, Fernando Fernández, una fuerte tormenta produjo el desvío de este río pero como es costumbre por esa tendencia a minimizar, la autoridad aseguró que esto no afectó a cultivos ni familias.
Sin embargo fueron los mismos comunarios los que señalaron que hasta ayer no llegó ningún tipo de ayuda para las más de 30 familias afectadas por esta nueva riada.
Una de las vecinas de esta comunidad, dijo que el agua llegó en las primeras horas de la mañana, inundando hectáreas de cultivos de maíz, verduras, casas y animales que quedaron bajo el lodo por el agua que ascendió a medio metro del suelo.
Otro de los comunarios afirmó que todas sus gallinas y conejos murieron ahogados, que el agua se llevo todos sus muebles, camas, menaje de cocina que flotaba más abajo.
Las zonas más afectadas de este municipio por las torrenciales lluvias son: Caramarca, Vila Vila, Payacollo, Quirosrancho y Mallkurancho, donde los maizales fueron destruidos, al igual que los sembradíos de zapallo y otros.
Fernández, sostuvo que varias comunidades del municipio de Tapacarí y dos de Arque (Coraba y Khuchumarca), quedaron incomunicadas por los deslizamientos de caminos, producto de las intensas lluvias.
El prefecto, Jorge Ledesma, admitió que por lo menos 500 familias fueron afectadas por los desastres naturales solo en el valle cochabambino y que la Institución se encuentra preparada para la intervención de las próximas eventualidades.
De la misma forma el Alcalde de la población de Colcapirhua que registró la inundación de mas de 200 viviendas, aseguró que el Concejo Municipal aprobó 200 mil bolivianos para atender los desastres propios de la época.
Pidió también que sea el Viceministerio de Defensa Civil y la Prefectura, las que coadyuven en la reconstrucción de las viviendas afectadas y de las tres que cayeron totalmente.
A ello se sumó el pedido del Alcalde de Quillacollo, que solicitó la revocatoria de las concesiones de explotación de agregados de los areneros, principales causantes de los desbordes de los ríos que explotan, pues muchos desvían el curso e inclusive destruyen los defensivos construidos. |
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