No menos que "autoritario" fue el calificativo que le aplicaron los concejales de la oposición al intendente de la Capital, Víctor Fayad.
Los ediles están cansados de ver frustrados sus esfuerzos, ya que el cacique capitalino veta cada ordenanza que es sancionada por iniciativa del cuerpo colegiado. La excepción a la regla son los proyectos que remite el propio Ejecutivo departamental o en todo caso las normas que no inciden en las decisiones gubernamentales como pude ser la distinción de algún personaje reconocido.
Según la ley orgánica de municipalidades, una ordenanza "es una disposición emanada del Honorable Concejo Deliberante, que crea, reforma, suspende o deroga una regla general, cuyo cumplimiento compete al Municipio".
Alrededor de 13 ordenanzas fueron promulgadas durante el 2009, y de esa cifra el 70% tiene como punto de partida el Ejecutivo comunal. En tanto los textos elaborados por concejales que tienden a regular aspectos generales de la vida de los mendocinos y en consecuencia generan obligación en el municipio, quedan sin efecto y allí aparecen los cuestionamientos por parte de los ediles de la oposición.
"Mi teoría es que el Concejo Deliberante está de adorno, según el intendente, y también parecería que está contra la figura del concejal. Por lo menos de 5 ordenanzas vetó 5", lanzó Emilio Bertolini de la Coalición Cívica. Ante esta situación, el edil no encuentra "explicación lógica posible" más allá de enmarcarlo dentro del "autoritarismo".
Esta apreciación subida de tono fue refrendada por el demócrata Luis Duarte: "No le interesa el Concejo, sólo busca concejales que levanten la mano, nada más".
Proyectos que tendían a recuperar las facultades delegadas con respecto al estacionamiento medido, la reglamentación de las consultas populares, regular el vuelco de efluentes contaminantes al sistema cloacal y el funcionamiento de jardines maternales son los ejemplos más recientes.
Sin importar que los autores ideológicos sean afines a la gestión o de partidos opuestos; que las normas tengan el voto positivo de la totalidad de los miembros o la mayoría necesaria para su aprobación, los proyectos que el cuerpo transformó en ordenanzas, de inmediato recibieron el veto por parte del Ejecutivo.
"Es una situación que no tiene antecedentes en la Capital .Nunca lo vi", espetó Bertolini.
En uno de los casos emblemáticos, como fue el estacionamiento medido, el Intendente ha fundamentado el veto aduciendo que el Ejecutivo municipal "se encuentra en mejores condiciones para resolver de inmediato los inconvenientes que día a día se presentan en una materia que necesita de rápidas soluciones".
Con este concepto como puntal, Bertolini añadió: "querrá seguir gobernando por decreto. Entonces porque no cierra el Concejo Deliberante y se ahora $ 1.200.000 al año", dijo irónicamente, aunque al mismo tiempo mostró su preocupación al señalar que "es un terreno peligroso y hasta se podría plantear un conflicto de poderes ante la Corte", deslizó.
"Esa es su forma de gobernar, lo hace de manera inconsulta", agregó Duarte.
Si se dejan de lado los proyectos que rechazó Fayad, de las 13 ordenanzas que aparecen en el boletín oficial, 8 corresponden a iniciativas que bajaron de la intendencia mientras que las otras 5 no tienen impacto significativo: declarar patrimonio cultural a instalaciones ubicadas en el predio del Ferrocarril San Martín, 3 modificaciones de ordenanzas preexistentes y una distinción como "Ciudadano Ilustre" al artista plástico Carlos Alonso.
"Es lo mismo que el kirchnerismo. Si no me gusta lo veto", disparó el edil de la Coalición Cívica.
Réplica oficial
Sin entrar en la polémica, Fayad fue escueto pero categórico en su respuesta: "hago ejercicio de las facultades que me otorga la ley y la Constitución. ¿Eso es ser autoritario? Soy un gran respetuoso de las instituciones y me manejo dentro de la Constitución. El derecho a veto lo tiene el Intendente, el Gobernador y el Presidente. Es el libre juego de las instituciones".
En tanto, Guillermo Yazlli tiene una mirada similar a la de los opositores aunque en sentido contrario. El presidente del cuerpo explicó que "el Concejo también le frenó varias iniciativas al Ejecutivo departamental" o "le modificó otros proyectos que aun no salen", indicó.
"El código de edificación o la venta del teatro Mendoza son casos en que el intendente tuvo que dar marcha atrás", agregó Yazlli.
De todas maneras, el hombre de confianza del Viti le quitó dramatismo al tema y dijo que las acusaciones de su pares solamente son "frases hechas que no se corresponden con la realidad".
Asimismo el edil reconoció que el jefe comunal tiene el veto en la mano "hasta yo he trabajado en ordenanzas que vetó el intendente", recordó, pero aclaró que esa medida se toma con las ordenanzas "que están mal" elaboradas.
La defensa que esgrimió el Presidente del Concejo se basa en que "varios proyectos han estado mal confeccionados, con lo cual sólo hay que realizar las correcciones correspondientes para que vuelvan a tener tratamiento, y no habría problemas".
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