La bibliografía existente -trabajos sobre hidrología mendocina, la cultura del agua, la vida y obra de César Cipolletti, anuarios periodísticos, estudios acerca de las grandes obras provinciales- son coincidentes en señalar el 15 de diciembre de 1889 como la fecha en que “fue habilitado al servicio el primer dique derivador de Mendoza” (que hoy lleva el nombre del ingeniero italiano, pero que en principio se denominaba Tomas del Canal Zanjón). También fue el primero en el país de tales características.
Imposible rastrear el origen de esta difundida afirmación, que se ha ido repitiendo a través de los años, pero una compulsa de los diarios de la época permite asegurar que la inauguración tuvo lugar el 30 de enero de 1890, con lo que el famoso dique cumplirá 120 años de existencia en el próximo año.
Los antecedentes
Preocupado el gobernador Tiburcio Benegas por el aprovechamiento integral de las aguas de los ríos provinciales, en especial el Mendoza, aprovecha el viaje a Europa del ingeniero Guillermo Villanueva, administrador del Ferrocarril Andino, para que contrate a un especialista en hidráulica.
Mendoza ya había dado el primer paso en el tema del agua, cuando en 1884 el gobernador Rufino Ortega le encarga al Dr. Manuel Bermejo el proyecto de ley de aguas, iniciativa que se convierte en ley que es la primera de su tipo en Mendoza y el país. Con la ley en vigencia, faltaba ahora encarar el tema de las obras.
Villanueva contrata al ingeniero en hidráulica César Cipolletti, quien ya era una autoridad en su especialidad en Europa. Nacido en la Isla Tibetina (Roma) el 30 de noviembre de 1846, se recibe de ingeniero hidráulico en la Universidad de Roma, y sus obras comienzan a ser famosas: la instalación del agua potable en Florencia, construcción del canal Villoressi en Lombardía, un monumental dique en el río Tesino, etc.
Llegada y licitación
Cuando Cipolletti llega a Mendoza, es designado jefe de la Oficina Hidráulica, creada el 4 de febrero de 1889 y con sede en General Paz 10 de nuestra ciudad. El 3 de julio de 1889, en días sucesivos, Los Andes publica un aviso destacado de esa oficina, firmado por el director César Cipolletti, por el que se llama a licitación para “propuestas cerradas para la construcción y colocación de diezisiete (sic) compuertas de hierro y sus mecanismos necesarios para las tomas de aguas sobre el río Mendoza”.
Mientras esto ocurre, cambia el gobierno en Mendoza. El 9 de julio asume como gobernador propietario Oseas Guiñazú, quien designa como ministro de Gobierno al doctor Adolfo Calle (fundador y en ese tiempo director de Los Andes), y a Matías Godoy en la cartera de Hacienda.
Este último es el que suscribe un decreto, el 30 de julio, por el que se aprueba en todas sus partes “el pliego de condiciones presentado por el Gefe de la Oficina de Hidráulica, injeniero (sic) Cipolletti, para la construcción de diez y siete compuertas de fierro destinadas a la boca-toma del Zanjón en el río Mendoza”.
Otro decreto firmado por Godoy en la misma fecha aprueba “el contrato celebrado por el Sr. Cipolletti, en representación del Gobierno de la Provincia, con los señores J. Ray, Charonne y Cia, para la construcción de las mencionadas compuertas”.
Avance de las obras
El 14 de noviembre de 1889, Los Andes da a conocer el informe que el presidente de la Comisión de Obras Públicas de Mendoza, Adolfo Calle, eleva al Ministerio de la Nación acerca de las obras de irrigación que está construyendo la Provincia y las que requerirán el aporte financiero del Gobierno Nacional.
Con respecto a las primeras, dice que “actualmente se llevan a cabo bajo la inteligente dirección del Gefe de la Oficina de Hidráulica de la Provincia, el ilustrado ingeniero César Cipolletti”, y que esas obras son las primeras “destinadas a regularizar de una manera perfecta y conveniente para nuestra agricultura, la irrigación en la parte de nuestro territorio que con más imperio eran reclamadas”.
Calle acompaña ese informe a la Nación el que ha presentado Cipolletti, que es publicado íntegramente en la edición del 15 de noviembre y que revela en toda su amplitud el ambicioso proyecto del director de la Oficina de Hidráulica.
El “Informe sobre las obra hidráulicas de mayor urjencia e importancia que deben hacerse en la zona la zona Norte de la Provincia de Mendoza, es decir, en la parte regada por los ríos Mendoza y Tunuyán”, contempla los siguientes rubros: Dique y tomas sobre el Río Mendoza - Dique y otras obras en el Río Tunuyán - Regularización del Zanjón - Canal colector de los ríos secos - Disecación de las ciénagas al Este de la Ciudad. (Cabe acotar aquí que ya Cipolletti contemplaba un canal colector de las crecientes del pedemonte que asolaban a la ciudad).
Las obras estaban presupuestadas en 2.400.000 pesos, cifra significativa para la época, y con respecto a las del Canal Zanjón dice el ingeniero italiano “que están en plena ejecución” y que fueron proyectadas y establecidas “un kilómetro y medio más abajo de la toma actual del Zanjón” (la conocida como Toma de los Españoles).
El inexistente 15 de diciembre
Nada hay en los diarios de la época que suministre datos acerca de que el 15 de diciembre de 1889 la obra fue librada al servicio. Más aún: el 24 de diciembre Los Andes publica como editorial cabecera una amplia nota sobre el estado de “la obra magna que en breves días más será terminada, poniéndonos en condiciones de dominar fácilmente los terrenos afectados por las creces de las aguas del río Mendoza”.
“Ya no nos moriremos de sed ahogándonos en agua como hasta hoy- dice el periodista- , ya no veremos perdidas nuestras sementeras por la falta de líquido elemento ocasionadas por su misma abundancia”.
Tras otras consideraciones expresa el diario: “Gracias a una obra monumental en sus vastísimas proporciones, quince días más y habrán sido dadas al servicio público las tomas que se encuentran por terminar”.
La inauguración, el 30 de enero de 1890
Una vivaz crónica la brinda el diario “Eco de Mendoza” en su edición del 2 de febrero de 1890 acerca del acto realizado el 30 de enero. “Asistieron al acto de inauguración el Sr. Ministro de Hacienda, doctor Godoy; el Superintendente de Aguas; el gefe de la Oficina Hidráulica, ingeniero César Cipolletti; el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Dr. Bombal; el ingeniero Emilio Mantegazza, representante de la empresa Juan E. Clark y Cia, constructora de dichas obras, y otras personas distinguidas cuyos nombres no recordamos”.
“La comitiva visitó detenidamente el gran dique central, los malecones laterales, las grandes compuertas de fierro, etc, después de lo cual se bajaron estas hasta represar las aguas y hacerlas pasar por sobre el dique central. Después de esto se levantaron las compuertas de donde arranca el nuevo Canal Zanjón y se proveyó a este del agua necesaria”.
La crónica es extensa, y termina -como era habitual en esa época de luchas políticas encarnizadas- deseando que se prosiga con las obras en el río Tunuyán: “Esto se llevará a cabo, no lo dudamos, pues en ello está empeñada la decidida voluntad de nuestro gobierno, tan pronto como los aventureros, revoltosos y pescadores de río revuelto dejen la provincia en paz, o más bien cuando el coronel Ortega se mande a mudar a tomar mate amargo en las antesalas de la Legislatura y despache a sus casas a esa turba de desocupados que diariamente frecuenta su casa pidiéndole le preste su legítima influencia para hacer algún escándalo”.
Cipolletti y la política local
El mismo 2 de febrero, también en el “Eco de Mendoza” sale una carta dirigida por Cipolletti al director del periódico pidiendo una desmentida, acerca de la aparición de su nombre en una lista de ciudadanos que apoyaba al gobernador Oseas Guiñazú tras haber sido tiroteada la casa del mandatario, al parecer por grupos de Rufino Ortega. El ingeniero se queja por haber sido incluido en esa lista sin su consentimiento, aclara que en la tarde y noche del 30 de enero no estuvo en la ciudad y que no tuvo conocimiento del hecho.
“Por otra parte -agrega Cipolletti - si como hombre deploro cualquier acontecimiento que perturbe el orden y ofenda los sentimientos de este pueblo civilizado, como empleado del Gobierno estoy en Mendoza para hacer trabajos hidráulicos y no para ocuparme de política, de la cual, por su índole y por deber como extranjero, soy absolutamente prescindente”. |
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