El DPA no encontró el origen de la contaminación detectada en Playa Bonita por dos organizaciones ambientalistas que comprobaron la presencia de altos niveles de "coliformes fecales" en el lago y requirieron informes sobre posibles filtraciones del sistema cloacal.
En una nota remitida al organismo, Árbol de Pie y los vecinos de Bahía Serena denunciaron que "la intensa mancha marrón" observada el 24 de noviembre en el balneario municipal, bajo una "lluvia torrencial", contenía una alta carga bacteriológica. Las muestras analizadas por el laboratorio Luna Lanz contenían "90.000 NMP (bacilos) de Escherichia Coli cada 100 ml".
Los ambientalistas advirtieron que "el arrastre de material provocado por las fuertes lluvias no puede dar origen a semejante presencia de coliformes fecales" y vincularon la contaminación con una posible filtración de la estación de bombeo del colector cloacal ubicada en esa zona.
En el pedido de informes también adjuntaron fotos áreas de la bahía, tomadas el 8 de setiembre pasado, donde se observa "una pluma y mancha sobre el sector medio y este de la playa, sin aparente explicación" que aparece alejada de la desembocadura del arroyo. Los ambientalistas señalaron que "esta mancha está justo frente a la Hostería del Lago, donde se encuentra el mencionado depósito de emergencia del Colector Oeste".
La presentación motorizó una inspección del DPA que recorrió la zona afectada en horas de la mañana -aprovechando la ausencia de oleaje- pero no logró detectar ninguna instalación clandestina que explicara los efluentes viscosos observados en la segunda fotografía.
El delegado local del DPA, Gabriel Sorá, informó a "Río Negro" que no se encontró ningún caño clandestino que explique la pluma observada en la foto aérea y descartó toda vinculación con la estación de bombeo ya que el lecho drenante y "la zona de infiltración (o descarga al lago) están en el sector oeste de la playa.
El funcionario reconoció que en el muestreo de balnearios concluido la semana pasada se detectó una fuerte presencia bacteriológica durante los días de lluvia, que llegó a los 10.000 bacilos de escherichia coli. El monitoreo se realiza todos los años para testear la calidad y aptitud de las aguas. En relación a la mancha marrón detectada el 24 de noviembre, durante una precipitación "torrencial", Sorá sostuvo que "es esperable que se produzca un fuerte arrastre de sedimentos y material bacteriológico en un día de lluvia".
Explicó que el aporte de bacterias se debe al lavado de zanjas y "arroyitos" que reciben alguna filtración de pozos ciegos y lechos drenantes y el arrastre de residuos fecales de origen animal. También recordó el proceso de contaminación de las napas subterráneas que se registra en todas las zonas no servidas pro el sistema cloacal, cuya incidencia sobre el lago se hace mayor en los días de lluvias.
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