La marcha de las dos tuneladoras que perforan el subsuelo de Buenos Aires será suspendida por orden de la Justicia. La Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario ordenó parar los trabajos “hasta tanto se dicten los actos administrativos y técnicos que permitan resolver las irregularidades denunciadas” por el ex legislador Milcíades Peña, junto a los diputados Facundo Di Filippo y Sergio Abrebaya. En julio, los tres presentaron un recurso de amparo y advirtieron sobre “irregularidades administrativas, sobreprecios y contaminación ambiental”. En ese momento el juez Vicente Cataldo les dio la razón y ahora la Sala II ratificó la decisión de primera instancia, es decir, la existencia de “sobreprecios y daños ambientales”.
La megaobra consiste en la construcción de los canales aliviadores del arroyo Maldonado, una obra clave para evitar inundaciones. Macri la bautizó como “Walkyria”, y fue adjudicada a la constructora italiana Ghella por 495 millones de pesos durante la gestión de Jorge Telerman. La administración PRO la incrementó en 20 millones de pesos, cuando la adjudicataria se asoció con IECSA, la contratista que presidió Franco Macri hasta que su hijo Mauricio asumió como jefe de gobierno porteño. Desde entonces está bajo el mando de Ángelo Calcaterra, uno de los sobrinos del fundador del Grupo Macri y primo del jefe de gobierno.
En julio, los denunciantes dijeron que “la empresa adjudicataria cotizó casi el 50% del precio ofertado por la más cara y luego se asoció con IECSA. La empresa encargada de confeccionar el estudio de impacto ambiental fue Geodata, también de capitales italianos y, curiosamente, asociada a Ghella en varias obras”.
También advirtieron que el monumental pozo de Punta Carrasco tenía más profundidad que la que estipulaba la licitación. El entonces vicepresidente del bloque de la Coalición Cívica advirtió que esas modificaciones técnicas pueden causar “un daño ambiental irreversible en una de nuestras mayores reservas de agua, ya que las perforaciones proyectadas originalmente a 31 metros fueron llevadas a 48 metros y, de esa manera, se contaminará el Puelche”, el acuífero más grande del país.
En julio, el juez Cataldo ordenó la suspensión inmediata de la obra. Como respuesta, la comuna apeló y siguió adelante con los trabajos. En agosto, los camaristas Esteban Centanaro, Eduardo Russo y Mabel Daniele revisaron la marcha de las dos tuneladoras gigantes que trajo Ghella desde Canadá. Ayer ratificaron la suspensión de los trabajos y se remarcó la ausencia de estudios de impacto ambiental. Desde el Ministerio de Desarrollo Urbano dijeron que todavía “no fueron notificados”. En los próximos días, las supermáquinas seguirán horadando el acuífero Puelche con consecuencias imprevisibles.
|
|
|