Un diagnóstico de las cuatro cuencas hídricas en la provincia de Los Santos, preparado por la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) en esta provincia, revela que la contaminación y la deforestación son los mayores problemas en los más de 20 cauces hidrográficos distribuidos en esta zona.
Se trata de las cuencas de los ríos San Pedro y Tonosí; la del río La Villa; la de los ríos La Villa y Tonosí; y la integrada por los ríos La Villa-Estibaná-Tebario-Toleta y Cacao.
El informe de la Anam indica que las mayores actividades negativas contra las fuentes hídricas de la provincia son la contaminación con agroquímicos (pesticidas utilizados en la producción agrícola y pecuaria) y la deforestación de las áreas protegidas, así como la degradación del suelo por quemas.
El informe adiciona la cacería ilegal de especies silvestres dentro y fuera de áreas protegidas, extracción ilegal de huevos de tortuga y procesos inadecuados de producción, contaminación de suelo y aguas subterráneas por los numerosos vertederos de basura.
El informe técnico también señala como desastre ambiental identificado las sequías, inundaciones, quemas de pastizales y contaminación por vertido de productos químicos, sumado a la contaminación de fuentes hídricas por agua servidas y de empresas porcinas.
La directora administrativa de la Anam en Los Santos, Alcira Rodríguez, dijo que con base en este diagnóstico se ha convocado a representantes de los grupos que inciden en cada cuenca a mesas de trabajo con el propósito de diseñar un plan de tarea con miras a la restauración de las mismas.
Agregó que todo lo que afecta a las cuencas será valorado con los técnicos y los residentes para aportar conocimientos y encontrar opciones que incluyen los planes de manejo de las 14 áreas protegidas y el ordenamiento territorial.
Actualmente, solo se cuenta con un plan de esta naturaleza para la cuenca del río La Villa.
El 26 de mayo de 2007, el río Mensabé sufrió una contaminación por agroquímicos que afectó la vida animal de su cauce en al menos 10 kilómetros, lo que fue considerado por la Anam como una catástrofe ecológica.